viernes, 24 de diciembre de 2010

FOUCAULT; 'LOS ANORMALES'; FIGURAS BIOPOLITICAS_HACIA UNA UNA GENEALOGÍA DE LO MONSTRUOSO Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA


Dr. Adolfo Vásquez Rocca


Citar: (c)



1.-

El tranquilo sueño de la razón no dejará de generar monstruos. Monstruos que son consecuencia de la domesticación, del conformismo y de la seguridad garantizada por el ejercicio del poder. Foucault dará una doble función a este ejercicio: En primer lugar, una anátomo-política del cuerpo humano que obedece a la mecánica de las disciplinas. El principal objetivo de ellas es la comprensión del cuerpo como máquina. Estos procedimientos intentan conseguir docilidad política y utilidad económica de los individuos. En segundo lugar, destaca una biopolítica de la población. En este caso se considera al cuerpo individual en tanto forma parte de la especie. Esta operación queda a cargo de una serie de intervenciones y controles reguladores del individuo en tanto partícipe de los avatares propios de la especie humana: nacimiento, muerte, migración, reproducción, etc. Por lo tanto, el cuerpo es considerado como soporte de los procesos biológicos. Los mecanismos de poder ya no tienen allí por objeto la muerte, sino actúan como administradores de la vida:

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'Las disciplinas del cuerpo y las regulaciones de la población constituyen los dos polos alrededor de los cuales se desarrolló la organización del poder sobre la vida'.

En Los Anormales curso dictado en el Collège de France entre enero y marzo de 1975, Michel Foucault prolonga los análisis en torno a las relaciones entre el saber y el poder: poder disciplinario, poder de normalización, bio-poder. A partir de múltiples fuentes teológicas, jurídicas y médicas, Foucault enfoca el problema de esos individuos 'peligrosos' a quienes, en el siglo XIX, se denomina 'anormales'. Define sus tres figuras principales: los monstruos, que hacen referencia a las leyes de la naturaleza y las normas de la sociedad, los incorregibles, de quienes se encargan los nuevos dispositivos de domesticación del cuerpo, y los onanistas, que dan pábulo, desde el siglo XVIII, a una campaña orientada al disciplinamiento de la familia moderna. Los análisis de Foucault toman como punto de partida las pericias médico legales que aún se practicaban en la década de 1950. Esboza a continuación una arqueología del instinto y el deseo, a partir de las técnicas de la revelación en la confesión y la dirección de conciencia. Plantea de ese modo las premisas históricas y teóricas de trabajos que retomará, modificará y reelaborará en su enseñanza en el Collège de France y en las obras ulteriores. Este curso representa, por lo tanto, un elemento esencial para seguir las investigaciones de Foucault en su formación, sus prolongaciones y sus desarrollos.


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2.-

La primera de las figuras de lo que Foucault llama el monstruo humano es el que trasgrede la ley. La noción de monstruo es así – en principio - esencialmente una noción jurídica; jurídica en el sentido amplio del término, claro está, porque lo que define al monstruo es el hecho de que, en su existencia y su forma, no sólo viola el pacto cívico, sino también de las leyes de la naturaleza-. Es, en un doble registro, infracción a las leyes en su misma existencia. El campo de aparición del monstruo, por lo tanto, es un dominio al que puede calificarse de jurídico, biológico y plástico. Por otra parte, el monstruo aparece en este espacio como un fenómeno extremo, límite, el punto de derrumbe de la ley y, al mismo tiempo, de la salud y lo natural. El monstruo es así excepcional, precisamente por su rareza, por su carácter de curiosidad de feria; lo que hace que un ser humano sea un monstruo no es sólo la excepción que representan en relación a la forma de la especie, sino el problema que plantea a las regularidades jurídicas (se trate de las leyes del matrimonio, de los cánones de bautismo o de las reglas de la sucesión). El monstruo humano combina lo imposible y lo prohibido .

Así en esta genealogía de lo anormal va a hacer su aparición la figura del individuo "peligroso" –al cual es imposible darle un sentido médico o un estatuto jurídico- y que no obstante es la noción fundamental de los peritajes contemporáneos. Al plantear hoy a la medicina la pregunta en sí misma insensata: ¿es peligroso este individuo? (pregunta que contradice un derecho penal fundado en la sola condena de los actos y postula una relación de implicación mutua y de naturaleza entre enfermedad e infracción), los tribunales están prolongando –a través de transformaciones que se trata de analizar- los equívocos de los viejos monstruos seculares.




El monstruo es la excepción por definición; el individuo a corregir es un fenómeno corriente. Tan corriente que presenta -y ésa es su primera paradoja- la característica de ser, en cierto modo, regular en su irregularidad. Por consiguiente, a partir de ahí también van a desplegarse toda una serie de equívocos. En primer lugar, esto: en la medida en que el individuo a corregir es muy frecuente, en la medida en que está inmediatamente próximo a la regla, siempre va a ser muy difícil determinarlo. Está tan exactamente en el límite de la indecidibilidad que difícilmente se podrá demostrar efectivamente que el individuo es incorregible. Primer equívoco.


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3.-

Otro equívoco es que, en el fondo, la persona que hay que corregir se presenta en ese carácter en la medida en que fracasaron todas las técnicas, todos los procedimientos, todas las inversiones conocidas y familiares de domesticación mediante los cuales se pudo intentar corregirla. Lo que define al individuo a corregir, por lo tanto, es que es incorregible. Y sin embargo, paradójicamente, el incorregible, en la medida misma en que lo es, exige en torno de sí cierta cantidad de intervenciones específicas, de sobreintervenciones con respecto a las técnicas conocidas y familiares de domesticación y corrección, es decir, una nueva tecnología de recuperación, de sobrecorrección. De manera que alrededor de este individuo a corregir, vemos dibujarse una especie de juego entre la incorregibilidad y la corregibilidad. Se esboza un eje de la corregible incorregibilidad, donde más adelante, en el siglo XIX, vamos a encontrar precisamente al individuo anormal. Ese eje va a servir de soporte a todas las instituciones específicas para anormales, que se desarrollarán en el siglo XIX. Monstruo empalidecido y trivializado, el anormal de ese siglo es igualmente un incorregible, un incorregible a quien se va a poner en medio de un aparato de corrección. Ése es el segundo antepasado del anormal del siglo XIX .

El monstruo es, en el fondo, la casuística necesaria que el desorden de la naturaleza exige en el derecho.

Así se dirá que el monstruo el ser en quien leemos la mezcla de dos reinos, porque, por una parte, cuando podemos leer, en un único y mismo individuo, la presencia del animal y la de la especie humana, y buscamos la causa, ¿a qué se nos remite? A una infracción del derecho humano y el derecho divino, es decir, a la fornicación, en los progenitores, entre un individuo de la especie humana y un animal.


4.-

El individuo a corregir. Es un personaje más reciente que el monstruo. Es menos correlativo a los imperativos de la ley y de las formas canónicas de la naturaleza que a las técnicas de encauzamiento con sus exigencias propias. La aparición del 'incorregible' es contemporánea a la puesta en práctica de las técnicas de disciplina a la que se asiste durante los siglos XVII y XVIII en el ejército, las escuelas, los talleres, e incluso, un poco más tarde, en las familias mismas. Los nuevos procedimientos de encauzamiento (dressage) del cuerpo, del comportamiento, de las aptitudes, abren el problema de aquellos que escapan a esta normatividad que ya no es la soberanía de la ley.

La 'interdicción' constituía la medida judicial por la cual un individuo era, al menos parcialmente, descalificado como sujeto de derechos . Este marco jurídico y negativo será en parte colmado, en parte reemplazado, por un conjunto de técnicas y de procedimientos con los cuales se intentará encauzar (dresser) a aquellos que se resisten al encauzamiento y corregir a los incorregibles. El "encierro", aplicado a gran escala a partir del siglo XVII, puede aparecer como una especie de fórmula intermedia entre el procedimiento negativo de la interdicción judicial y los procedimientos positivos de encauzamiento (redressement). El encierro excluye de hecho y funciona fuera de la ley, pero se da como justificación la necesidad de corregir, de mejorar, de conducir al arrepentimiento, de producir el retorno de los 'buenos sentimientos'. A partir de esta forma confusa, pero históricamente decisiva, es preciso estudiar la aparición con fechas históricas precisas de las diferentes instituciones de encauzamiento y de las categorías de individuos a las cuales están dirigidas. Nacimientos técnico-institucionales de la ceguera, de los sordomudos, de los imbéciles, de los retardados, los nerviosos, los desequilibrados.


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Monstruo banalizado y pálido, el anormal del siglo XIX es también un descendiente de esos incorregibles que han aparecido en los márgenes de las técnicas modernas de 'encauzamiento'.

El individuo a corregir es un personaje más reciente que el monstruo. Así, según Foucault, el incorregible surge luego del monstruo, tras la introducción de técnicas disciplinarias como las del ejército, las escuelas y lugares de trabajo, así como los procesos de domesticación del cuerpo y del comportamiento. Entra el asunto de la prohibición, como método de descalificación del individuo, para luego desatarse sin medida en la práctica del encierro. Es por esta razón que no queda claro en qué momento la locura y los problemas judiciales del comportamiento forman un solo sistema a corregir. En Historia de la locura en la época clásica se trata el tema de la locura aparte del de la incorrección, pero en este caso la aparición en la escena del loco (en el sentido moderno) se da cuando los antiguos males (como la lepra) tienden a desaparecer a medida que se desarrollan formas médicas y sanitarias que tienden a mejorar el ambiente de vida en la Europa del s. XVI, reforzándose esta imagen de la locura como enfermedad mental y biológica en situaciones como la del psiquiatra Pinel, quien libera a los asilados del auspicio de parís, con el fin de hacer la vida de los locos un poco más útil para los demás. (Poniéndolos a trabajar, además le servía para estudiar sus grados de locura como cita Foucault sobre Pinel) En esta ocasión el punto de ruptura lo constituye la famosa 'liberación' del doctor Pinel a mediados del s. XVIII, pero por supuesto sobre la fastuosa escena del gran encierro de los locos en el s. XVII.



Dr. Adolfo Vásquez Rocca


Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador– . Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Consultor Académico Carrera de Filosofía y Teología, Universidad Cristiana de Chile UCCH – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008.

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Anexo. FOUCAULT _ BIOPOLITICA

[ Este texto Anexo -final- aparece en Marzo- 2000, en el nº 1 de la revista francesa MULTITUDES: DEL BIOPODER A LA BIOPOLÍTICA de Maurizio Lazzarato]


Michel Foucault, a través del concepto de biopolítica, nos había anunciado desde los años setenta lo que hoy día va haciéndose evidente: la "vida" y lo "viviente" son los retos de las nuevas luchas políticas y de las nuevas estrategias económicas. También nos había mostrado que la "entrada de la vida en la historia" corresponde al surgimiento del capitalismo. En efecto, desde el siglo XVIII, los dispositivos de poder y de saber tienen en cuenta los "procesos de la vida" y la posibilidad de controlarlos y modificarlos. "El hombre occidental aprende poco a poco lo que significa ser una especie viviente en un mundo viviente, tener un cuerpo, condiciones de existencia, probabilidades de vida, una salud individual y colectiva, fuerzas que se pueden modificar..."1 Que la vida y lo viviente, que la especie y sus condiciones de producción se hayan convertido en los retos de las luchas políticas constituye una novedad radical en la historia de la humanidad. "Durante miles de años, el hombre ha permanecido siendo lo que era ya para Aristóteles: un animal vivo y, además, capaz de una existencia política; el hombre moderno es un animal en la política cuya vida, en tanto que ser vivo, está en cuestión".

La patente del genoma y el desarrollo de las máquinas inteligentes; las biotecnologías y la puesta a trabajar de las fuerzas de la vida, trazan una nueva cartografía de los biopoderes. Estas estrategias ponen en discusión las formas mismas de la vida.

Pero los trabajos de Foucault no estaban sino indirectamente orientados en la descripción de estos nuevos biopoderes. Si el poder toma la vida como objeto de su ejercicio, Foucault está interesado en determinar lo que en la vida le resiste y, al resistírsele, crea formas de subjetivación y formas de vida que escapan a los biopoderes. Definir las condiciones de un nuevo "proceso de creación política, confiscado desde el siglo XIX por las grandes instituciones políticas y los grandes partidos políticos", me parede ser el hilo rojo que atraviesa toda la reflexión de Foucault. En efecto, la introdución de la "vida en la historia" es positivamente interpretada por Foucault como una posibilidad de concebir una nueva ontología que parte del cuerpo y de sus potencias para pensar el "sujeto político como un sujeto ético", contra la tradición del pensamiento occidental que lo piensa exclusivamente bajo la forma del "sujeto de derecho."

Foucault interroga al poder, sus dispositivos y sus prácticas, no ya a partir de una teoría de la obediencia y sus formas de legitimación, sino a partir de la "libertad" y de la "capacidad de transformación" que todo "ejercicio de poder" implica. La nueva ontología que la introducción de la "vida en la historia" afirma, permite a Foucault "hacer valer la libertad del sujeto" en la constitución de la relación consigo y en la constitución de la relación con los otros, lo que es, para él, la "materia misma de la ética." Habermas y los filósofos del Estado de derecho no se han equivocado al tomar el pensamiento de Foucault como un blanco privilegiado, ya que representa una alternativa radical a una ética transcendental de la comunicación y de los derechos del hombre.


Bibliografía

- FOUCAULT, Michel, La arqueología del saber, Ed. Siglo XXI
- FOUCAULT, Michel, Tecnologías del yo, Ed. Paidós
- FOUCAULT, Michel, Entre filosofía y literatura, Ed. Paidós
- FOUCAULT, Michel, Estrategias de poder, Ed. Paidós
- FOUCAULT, Michel, Estética, Ética y Hermenéutica, Ed. Paidós
- FOUCAULT, Michel y DELEUZE, Gilles, Theatrum Philosophicum & Repetición y diferencia, Ed. Anagrama
- FOUCAULT, Michel, Historia da Locura en la Edad Clásica , SP: Perspectiva, 1978.
- FOUCAULT, Michel, Nacimiento de la Clínica, SP: Forense, 1963.
- FOUCAULT, Michel, La Verdad y las Formas Jurídicas , RJ: PUC/RJ, Depto de Letras.
- FOUCAULT, Michel, Historia de la Sexualidad; La Voluntad de Saber , Vol. I, RJ: Graal, 1977
- FOUCAULT, Michel, Historia de la Sexualidad 'El Uso de los Placeres' , Vol. II RJ: Graal, 1984
- FOUCAULT, Michel, Vigilar y Castigar , RJ: Vozes
- FOUCAULT, Michel, Resumen de los Cursos Del Colegio de Francia (1970-1982).

- Anexo

Michel Foucault, La volonté de savoir.

Michel Foucault, "La gouvernementalité", Dits et Écrits, Tome IV

Michel Foucault, La politique de la santé au XVIII siècle.

Michel Foucault, "la gouvernementalité", op.cit.

Michel Foucault, Dits et Écrits, IV

Gilles Deleuze, Foucault, Editions de Minuit, 1986.

Michel Foucault, Deux essais sur le sujet et le pouvoir

Michel Foucault, Dits et Écrits

BIBLIOGRAFÍA MICHEL FOUCAULT.

Póstumos:

  • Dits et écrits (1994), 4 vols., recopilación de todos sus artículos y entrevistas.
  • Cours au Collège de France (1997 y ss.), 13 vols., publicados por Gallimard-Seuil, fundamentales para entender su pensamiento. Serán:
    • La volonté de savoir
    • Théories et institutions pénales
    • La société punitive
    • Le pouvoir psychiatrique, 2003. Tr.: El poder psiquiátrico, Akal, 2005 ISBN 978-84-460-2110-0
    • Les anormaux, 1999. Tr. Los anormales: curso del Collègue de France (1974-1975), Akal, 2001 ISBN 978-84-460-1286-3
    • «Il faut défendre la société», 1997. Tr.: "Hay que defender la sociedad": curso del Collège de France (1975-1976), Akal, 2003, ISBN 978-84-460-1274-0
    • Sécurité, territoire, population, 2004. Tr.: Seguridad, territorio, población: curso del Collège de France (1977-1978), Akal, 2008, ISBN 978-84-460-2315-9
    • Naissance de la biopolitique, 2004
    • Du gouvernement des vivants
    • Subjectivité et vérité
    • L’Herméutique du sujet, 2001. Tr.: La hermenéutica del sujeto: curso del Collège de France (1982), Akal, 2005, ISBN 978-84-460-1772-1
    • Le gouvernement de soi et des autres, 2008
    • Le courage de la vérité. (Le Gouvernement de soi et des autres, Il), 2009.

[editar] Fuentes

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