1.-
El hombre -como ha señalado Nietzsche- es el animal que se predice, los propios hombres anuncian hombres venideros1. Esta fórmula hace patente que la autoproducción de la condición humana no debe ser entendida de manera solipsista. Por el contrario los hombres tienen noticia de lo que pueden ser mediante una corriente continua de presagios, designaciones y proclamaciones. Los hombres anuncian a otros hombres, hablan de las posibilidades del hombre por venir. Quien corresponde a la invitación del discurso sobre las más eminentes posibilidades humanas va a parar al centro del proceso de humanización. Al dimensionar la importancia de tales discursos, los individuos experimentan el impulso de, no sólo ser oyentes de la palabra, sino convertirse en sus autores. Desde siempre la humanización ha sido un suceso en el que predicadores eminentes proponían a sus semejantes modelos de humanidad, historias ejemplares de los antepasados, los héroes, los santos, los artistas. A esa fuerza demiúrgica de la lengua cabe llamarla promesa, a la ciencia en la que se profiere le corresponde el nombre de profecía y el carácter que por ello asume no puede ser otro que el de los discursos escatológicos.
El hombre tiene que ser prometido al hombre antes de someter a prueba, en sí mismo, lo que puede ser. El que no ha oído nunca las historias de los dioses, héroes, santos, profetas y artistas es muy difícil que quiera o pueda ser un dios, héroe, santo, profeta o artista. El discurso ha de haberse referido a “grandes hombres”, en tercera persona, antes de que un individuo pueda dar en la ocurrencia de ser él mismo uno de semejantes sujetos.
Nos hemos acostumbrado a caracterizar el movimiento de ideas de los tiempos modernos como relevo de la determinación cristiana del hombre mediante programas de autodeterminación mundana o humanista. Esto encuentra un apoyo en el hecho de que, a partir del siglo XVIII, la disciplina de la antropología nace como una nueva forma de antropodicea. En ella comienza “el” hombre a tomarse a sí mismo de manera empírica y a investigar su forma de ser inspirado en su “propia” revelación. En eso se expresa, a la vez, un nuevo ethos que no desea otra cosa sino que el hombre se tome a sí mismo humanamente a todo trance. Imagen y semejanza de Dios se va convirtiendo, cada vez más, en una idea molesta del parvulario ideológico de la especie. De ahora en adelante, el adulto de los tiempos modernos se contenta con querer ser igual que los mejores ejemplares de su propia especie, siempre y cuando éstos no vayan a ser imágenes de Dios, sino sólo hombres. La antropología es la ciencia de la condescendencia del hombre para con la mera humanidad –una condescendencia, por supuesto, segura de sí y que, en el fondo, ya sabe como tiene que tomar el hombre al hombre–. Así la antropología se obstina en ser humana, demasiado humana. Promueve una evolución al final de la cual Nietzsche podrá decir que nosotros –los hombres versados en el hombre– estamos hartos del hombre.
Lo que Nietzsche tenía ante los ojos, en su visión de los últimos hombres era la elevación maníaca de la mediocridad autosatisfecha y semidepresiva. Los últimos hombres habrían de celebran el abaratamiento del hombre mediante los hombres como su realización. ¿Quién podría negar que la época de los medios de comunicación ha conducido a un triunfo de la vitalidad atontada? Pero en toda civilización superior, coexisten ejemplares de excepción, hombres de rango aristocrático, que se autoexigen –como animales de lujo– que se elevan mientras el espíritu de la época decae. Para Nietzsche, el aserto “Dios está muerto” anuncia el desafío de que los hombres pueden aprender, según Ecce homo2, a producir sus entusiasmos en régimen de propia administración. La palabra superhombre es una cifra para el tránsito de la manía a la época de su reproducción artificial.
2.-
Es aquí donde se evidencia con mayor claridad el suelo nietzscheano desde donde Sloterdijk diseña sus Normas para el Parque Humano3, allí da cuenta –precisamente– del acontecimiento antropológico fundamental, a saber, el de la antropogénesis, que no es otro que el milagro de la creación del hombre por el hombre.
El gran relato de Sloterdijk –donde intenta dar cuenta de la unidad de la evolución humana desde sus escenificados orígenes– se sitúa en el reconocimiento cómico y dramático del actual estatuto híbrido del hombre como espécimen biocultural. Para ello, Sloterdijk elabora su ensayo sobre lo que él denomina hiperpolítica, con el fin de mostrar claramente el suceso antropológico fundamental: la creación del hombre por el hombre. Un relato en el que intervienen Nietzsche y Sloterdijk por un lado y Heidegger –por otro como dos mentalidades confrontadas en una radical ruptura entre épocas y sensibilidades.
En el marco del creciente interés que suscita la obra de Friedrich Nietzsche, los numerosos seminarios, nuevas lecturas contextualizadas, investigaciones en curso sobre su obra, el filósofo Peter Sloterdijk describió en una Conferencia pronunciada en Weimar al autor de Así habló Zaratustra como el “gran profeta del individualismo”. Aunque también se refirió a Nietzsche en sus diversas facetas: como, filólogo, compositor, escritor y poeta, en definitiva como el filósofo más influyente del siglo XX.
Nietzsche provoca lecturas diversas -desconcertantes- y lo hizo también en los años 20' -como señala Sloterdijk- cuando el nazismo quizás se presentía pero aún no se había manifestado en toda su virulencia. Al mejor Nietzsche no se lo conoce, mientras que el peor y secundario es el que se expone, se discute, se cita y el que se ha popularizado y traducido a efectos prácticos, ideológicos, guerreros y religiosos.
El propio Heidegger quiso entender a Nietzsche, mejor de lo que él se entendió a sí mismo. Intentó superarlo a través de su camino hacia un nuevo pensamiento del ser. Y, al hacerlo, no puede evitar la confrontación con la apropiación de Nietzsche por parte de ideólogos del nacionalsocialismo. Semejante apropiación no dejaba de discutirse precisamente entre los ideólogos fuertes del nazismo. Ernst Krieck, por ejemplo, previene sarcásticamente frente a una adaptación de Nietzsche: “En resumen, Nietzsche era enemigo del socialismo, y lo era también del nacionalismo y del pensamiento racial. Si se prescinde de estas tres direcciones intelectuales, quizás habría podido salir de él un nazi destacado”.
Nietzsche quería derribar la metafísica tradicional partiendo de una frase profundamente metafísica, que según la formulación de Schelling dice así: “Querer es ser original”. Nietzsche no entiende la voluntad como aquella tradición que llega hasta Schopenhauer. Para él la voluntad no es deseo, impulso indistinto, sino un “poder mandar”, una fuerza para hacer que crezca el ser. “Querer en general es lo mismo que querer ser más fuerte, querer crecer.” Bastaba sólo con radicalizar esta interpretación de Nietzsche -dotarla de un tinte fisiológico- para que en definitiva salgan de ahí la “raza” y la “sangre”.
Pero ¿hay lugar hoy para una relectura de Nietzsche? Una que, por ejemplo, a partir de la manipulación genética, sueñe con una humanidad “superior” basada en una reversión de los valores. Es lo que parece sugerir Peter Sloterdijk, discutido y polémico, acusado de promover una eugenesia fascista cuando a pocos meses del año 2000 pronunció una conferencia titulada "Reglas para el parque humano" donde retoma la "Carta sobre el humanismo" de Heidegger a partir del diálogo El Político de Platón para demostrar que la era del humanismo estaba terminada y que, entre otras cosas, la ingeniería genética desplegaba hacia el futuro un tipo de "domesticación y cría de los seres humanos" diferente del de la modernidad. Sloterdijk que -como Nietzsche- carga con el lastre de su supuesta cercanía con el nazismo no no teme emplear términos ganaderos y hablar de "domesticación y cría" en este contexto, a pesar de que estos términos zoológicos son usados ya por Platón y retomadas por el propio Nietzsche. Sin embargo esta terminología ya es "suficiente razón" para ser acusado de filonazi por la oficialidad intelectual alemana, encabezada por Jürgen Habermas.
Como si esto no fuera suficiente, el 25 de agosto de 2000, en la ciudad alemana de Weimar, donde hace cien años muriera Nietzsche, y en el marco de una serie de actos en homenaje a su memoria, Sloterdijk volvió a conmover el pensamiento europeo recordando al autor de Zaratustra con una conferencia sobre el “superhumanismo de Nietzsche".
3.-
Con su tradicional discurso, entre provocador y desconcertante, Sloterdijk ha explicado el fascismo como una muestra “de la irrupción de la cultura del pop y del kitsch en la política”. La tesis de Sloterdijk, formulada bajo el título “La mejora de la buena nueva; El quinto evangelio de Nietzsche” ha venido a ser uno de los más sobresaliente diagnósticos sobre los alcances de la antropología de Nietzsche.
Sloterdijk, acostumbrado a la polémica que suscitan sus planteamientos sobre la biotecnología, se refiriere a Nietzsche como una imagen de marca y una corriente de presagios avivados por nuevos aires nihilistas.
Sloterdijk ha insistido en cómo los nazis abusaron del concepto de superhombre de Nietzsche, además de recordar cómo después de que los nazis se apropiaran indebidamente de su obra, en la Alemania Oriental se convirtió prácticamente en un proscrito. Con la caída del Muro se comenzó a recuperar su legado en el Este.
Según Sloterdijk, Nietzsche y el régimen nazi no hablaban en el mismo idioma cuando se referían a este concepto que ha dado lugar a tantas discrepancias.
En Weimar, donde murió Nietzsche el 25 de agosto de 1900, tiene lugar año a año una exposición sobre la vida del filósofo. También en Bayreuth, donde se celebra el célebre festival creado por Richard Wagner, con quien el pensador mantuvo una turbulenta relación, se rinden homenajes al autor con una exhibición sobre diversos aspectos de su obra.
La tumba del pensador, que se encuentra en la diminuta localidad de Röcken, en Sajonia Anhalt, donde nació, se convierte cada aniversario en centro de peregrinación obligado para sus más férreos seguidores.
4.-
Para explicar medianamente, a modo de ciceroniano acercamiento sin artificios subjetivos, que significa el nombre de Sloterdijk en el actual panorama filosófico del estrenado milenio, habría que retomar una cartografía en la que continuarían estando presentes las referencias a la crisis del Humanismo anunciada por Nietzsche y continuada con diferente designio hermenéutico por Heidegger. Si bien la crisis del Humanismo es el punto de encuentro entre los dos filósofos, cada uno entroniza desde diferentes posturas el vaciamiento llevado a cabo por el despliegue del nihilismo, coincidiendo en la síntesis de que “a más logocentro mayor alejamiento del carácter “errático” y descentralizado como consecuencia del estado de “yecto” o “arrojado a la existencia”. En realidad, lo que Heidegger ve con lucidez abrumadora es que bajo la voluntad de poder nietzscheana yace una consumación en la historia metafísica, provocada precisamente por la voluntad de poder. “Incondicionada” agregaría el pastor de la Selva Negra; una de sus innumerables expresiones entrecomilladas que conforman su obra principal Ser y Tiempo, bajo todo un despliegue etimológico en busca del desvelamiento por olvido del Ser en la lengua alemana, que en su opinión significaba también el extravío de Occidente, el olvido del Ser.
Un nuevo punto de confluencia entre Nietzsche y Heidegger guarda relación con la ya referida crisis del Humanismo. Ambos se remontan a los orígenes de la “decadencia”, uno irrumpiendo en lo que en realidad fue la introducción previa a su crítica de la moral, El origen de la Tragedia, obra que por su contenido estético preludia el resto de investigaciones y la consiguiente presencia latente como divorcio entre Apolo y Dionisio. Un valorar que desprecia la relación siempre existente entre el placer y el dolor. Heidegger por su parte, ni siquiera soslaya el problema del valor y su desvaloración, advierte que la línea descendente se produce por el “olvido del Ser” entendido como instrumetalización escamoteadora, que al poner una verdad unitaria en lo “ente” también la conciencia queda presa como “logocentro” en adelante valorizador. Por ello advierte de que todo valorar es en-sí, olvido del Ser y subjetividad que se sabe a sí misma. Ver su crítica a Hegel. La problematica que ha atravesado a toda la filosofía Occidental entre afuera-adentro, se intensifica en mi opinión con la crítica que ambos construyen al Humanismo.
El escándalo que se produjo en Alemania, entre Habermas y Sloterdijk, por la disputa en torno a las posibilidades tecnológico-genéticas, viene a ser la secularización posmetafísica del problema que el Humanismo en su intensificación domesticadora, no cuenta para Sloterdijk con las mínimas garantías para hacer frente a un mundo con problemas distintos al ideario Humanista. Arrojados definitivamente al mundo, los humanos deben decidir sobre elecciones optativas. Se produce pues en Sloterdijk, una síntesis entre el “estado de yecto” Heideggeriano y la automanipulación nietzscheana.
El fantasma del nazismo sobrevuela otra vez por la Alemania postnazi. Manipular al ser humano, obliga según Sloterdijk a revisar los conceptos de natalidad como fatalidad o en definitiva a desproteger a ese animal mimado que es el hombre.
Tecnología (manipulación) aparece en escena como una posibilidad abierta al riesgo. En su ponencia [Normas para el parque humano] Sloterdijk reclama una revisión genético-técnica de la humanidad. En su planteamiento constata que "las fantasías de selección biopolítica han tomado el relevo de las utopías de justicia", de allí que Sloterdijk al destacar los medios y posibilidades que ofrece la biotecnología, sugiera formular un 'código antropotécnico', dejando abierta la posibilidad a una 'antropotecnología' en la que pueda cambiarse el 'fatalismo del nacimiento' por un 'nacimiento opcional' y una 'selección prenatal'. Reviviendo con ello los fantasmas de los totalitarismos del siglo XX, con sus sueños eugenésicos y ambiciones de poder y control en la selección de seres humanos. Esta nueva ingeniería social aparentemente busca cimentarse en una antropología de cuño neo-darwinista, compatible con cualquier racismo revivido, encontrando sus primeros antecedentes en Platón donde los discursos educativos sobre la comunidad humana parecen apuntar a un parque zoológico.
El descubrimiento de un código genético bajo la expresión “hay información” le sirve a Sloterdijk para escribir lo que sigue:
” En la frase “hay información” hay implicadas otras frases: hay sistemas, hay recuerdos, hay culturas, hay inteligencia artificial. Incluso la oración “hay genes” sólo puede ser entendida como el producto de una situación nueva: muestra la transferencia exitosa del principio de información a la esfera de la naturaleza. Esta ganancia en conceptos que permiten abordar poderosamente la realidad, hace que el interés en figuras de la teoría tradicional tales como la relación sujeto-objeto disminuya. Incluso la constelación de yo y mundo pierde mucho de su prestigio, sin hablar de gastada polaridad individuo-sociedad. Pero encima de todo, con las nociones de recuerdos realmente existentes y de sistemas autoregulados, caduca la distinción metafísica de naturaleza-cultura: en esta perspectiva, ambos lados de la distinción no pasan de ser estados regionales de la información y su procesamiento. Habrá que armarse de paciencia, sin embargo, ya que la comprensión de estas ideas va a ser particularmente difícil para los intelectuales que han vivido de esta antítesis de cultura y naturaleza, y que se encuentran ocupando ahora una posición reactiva”.
Al margen de estas polémicas cuestiones Sloterdijk lleva acabo una de las más influyentes revisiones del pensamiento nietzscheano (El pensador en escena) donde somete a un radical examen la cuestión de la voluntad de poder, intentando dilucidar el sentido del concepto, esto es, de si se trata de una voluntad de voluntad o si alude al hombre como pura técnica incondicionada -según la expresión de Heidegger.
5.-
En Eurotaoismo, por su parte, establece una crítica a la movilización Occidental, deudora de cinetismo como energía que genera más energía. Resulta curioso leerle, que tanto Nietzsche como Marx participaron por igual en esta movilización dinamizadora. En las teorías tanto de la fuerza como de la plusvalía se produce un sobrante que retroalimenta una política denominada “cinética”. No conviene olvidar sus preocupaciones sobre la cultura de masas o la cultura como “mito”, recogidas en su obra El desprecio de las masas donde de paso hace un extenso comentario al siempre actual Canetti, y su libro Masa y Poder. Sobre su monumental Esferas sólo diremos que en esta trilogía -esperada con verdadera expectación en Alemania- y que constituye, sin duda, su opus magnum, Sloterdijk ensaya una teoría de la intimidad, una ontogénesis del espacio interior, para explicar su concepción general del mundo y de la historia. Más allá de fundamentos filosóficos e historia política profundiza sus tesis en torno a que el problema fundamental de la Filosofía no es el tiempo, sino el espacio. La mayor parte del libro es una reconstrucción de las etapas de nuestra historia como habitantes de esferas, el tránsito desde el pliegue o clausura de la que el ser humano surge al estallido del espacio donde se ve psicológicamente expuesto y vulnerable. Así Sloterdijk transita del espacio más íntimo al más extenso y abarcante, donde se patentiza un extraño impulso a lo inmenso e inquietante.
En sus breves y polémicos “Normas para el parque humano” y En el mismo barco Sloterdijk refuta la sustancial actualidad de la “Carta sobre el humanismo” de Heidegger, para desarrollar las ideas expuestas al principio de este Artículo. Respecto a En el mismo barco el estilo si bien es menos riguroso en lo estrictamente filosófico, es más poético, ensayando una relato que intenta apartir de la metafórica de la navegación un dibujo antropológico de gran alcance.
Desde las pretéritas hordas, hasta la perdida de “resonancia acústica”, teoría musical explorada por Nietzsche, hasta nuestras sociedades movilizadas e hiperdesarrolladas.
Finalmente, esta Extrañamiento del Mundo –sin duda la mejor obra de Peter Sloterdijk– con un sin fin de matices articulados en un estilo literario brillante, lúcido y originalísimo; allí Sloterdijk piensa al hombre como mediocridad insatisfecha, semidepresiva, como una vitalidad atontada que triunfa, como un animal triste que se menosprecia, hundido en la ambigüedad del propio yo. Y hallará en la música el abastecimiento de la necesidad de huida del mundo y en las drogas, un fallido intento para derribar la ontología de la trivialidad. El mundo diagnosticado como “enfermo” o “decadente” –donde la vida se halla empobrecida y mutilada– es, pues, un mundo suspendido en un mecanismo ciego de autoconservación, vertebrado en torno a la huida.
Negación del mundo, fuga, sustancias psicotrópicas, dan cuenta de la carencia de mundo al que hemos llegado. También analiza figuras épicas fundamentales en torno a las cuales se articula el relato de Occidente en torno a la salvación o el Instinto de muerte (dependiendo del tinte evangélico o thanatico del autor en cuestión) así desfilan en un fresco monumental -que adelanta con un aliento poético que luego se difumina gran parte de la Trilogía Esferas- las enseñanzas de Sócrates, Jesús o Freud.
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso - Universidad Complutense de Madrid
Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV. Antropología y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la PUCV, del Magíster en Etnopsicología, Escuela de Psicología PUCV, Profesor de Antropología y de Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la UNAB. Profesor asociado al Grupo Theoria, Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado. Director de la Revista Observaciones Filosóficas http://www.observacionesfilosoficas.net/. Secretario de Ejecutivo de PHILOSOPHICA, Revista del Instituto de Filosofía de la PUCV http://www.philosophica.ucv.cl/editorial.htm, Editor Asociado de Psikeba —Revista de Psicoanálisis y Estudios Culturales, Buenos Aires— http://www.psikeba.com.ar/, miembro del Consejo Editorial de Escaner Cultural —Revista de arte contemporáneo y nuevas tendencias— http://www.escaner.cl/ y Director del Consejo Consultivo Internacional de Konvergencias, Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo.
E-mail: adolfovrocca@gmail.com
BIBLIOGRAFÍA
http://www.ucm.es/info/nomadas/15/avrocca_microesferas.pdf
1 SLOTERDIJK, Peter, “El hombre operable;Notas sobre el estado ético de la tecnología génica, Conferencia tuvo lugar el 19 de mayo de 2000, en el Centro de Estudios Europeos (CES) de la Universidad de Harvard, EE UU. El texto alemán original se puede obtener en la la red en el Goethe Institut Boston. 2 NIETZSCHE, Friedrich , Ecce Homo, Alianza Editorial, Madrid 1988 3 SLOTERDIJK, Peter, Normas para el parque humano, Ediciones Siruela, Madrid, 2000. / Conferencia pronunciada en el Castillo de Elmau, Baviera, en julio de 1999 y publicada en Die Zeit ese mismo año.
[*] Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV. Antropología y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la PUCV, Profesor de Antropología y de Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la UNAB. Profesor asociado al Grupo Theoria, Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado. Director de la Revista Observaciones Filosóficas http://www.observacionesfilosoficas.net/. Secretario de Ejecutivo de PHILOSOPHICA, Revista del Instituto de Filosofía de la PUCV http://www.philosophica.ucv.cl/editorial.htm, Editor Asociado de Psikeba —Revista de Psicoanálisis y Estudios Culturales, Buenos Aires— http://www.psikeba.com.ar/, miembro del Consejo Editorial de Escaner Cultural —Revista de arte contemporáneo y nuevas tendencias— http://www.escaner.cl/ y Director del Consejo Consultivo Internacional de Konvergencias, Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo. Psikeba. Revista de Psicoanálisis y Estudios Culturales. ISSN 1850-339X Catalogada en UNIVERSIA.net Directorio de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas y Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); DIALNET Directorio de publicaciones científicas hispanoamericanas; Biblioteca virtual MIGUEL DE CERVANTES; DOAJ Directory of Open Acces Journals Lund University Libraries; LATINDEX. Sistema de Publicaciones Científicas Seriadas de América Latina, España y Portugal.; INTUTE Arts and Humanities UK universities; CERPHI Centre d'Études en Rhétorique, Philosophie et Historie des Idées, Paris; y Psychologie Suchmaschine – PsychSpider ZPID (Zentrum für Psychologische Information und Dokumentation), Deutschland. Georgetown University Library. Asociada al Postgrado en Psicología - Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; al Colegio de Psicoanálisis de Madrid - y al Grupo THEORIA Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado. |
FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA — ARTETERAPIA — BIOPOLÍTICA — PSICOANÁLISIS — CRÍTICA LITERARIA — DECONSTRUCCIÓN — POSTHUMANISMO — ARTE CONCEPTUAL — DISEÑO — ANTIPOESÍA — ARTEFACTOS DRAMÁTICOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario