martes, 25 de diciembre de 2018

DECONSTRUCCIÓN DEL CONCEPTO DE ENFERMEDAD MENTAL Y CRÍTICA DE LA 'RAZÓN PSIQUIÁTRICA'. Adolfo Vásquez Rocca






DECONSTRUCCIÓN DEL CONCEPTO DE ENFERMEDAD MENTAL Y CRÍTICA DE LA 'RAZÓN PSIQUIÁTRICA'. Adolfo Vásquez Rocca

 

[PDF] ANTIPSIQUIATRÍA. DECONSTRUCCIÓN DEL CONCEPTO DE ENFERMEDAD MENTAL Y CRÍTICA DE LA'RAZÓN PSIQUIÁTRICA'





ANTIPSIQUIATRÍA. DECONSTRUCCIÓN DEL CONCEPTO DE ENFERMEDAD MENTAL Y CRÍTICA DE LA 'RAZÓN PSIQUIÁTRICA'

Adolfo Vásquez Rocca ;
Nómadas. Critical Journal of Social and Juridical Sciences 2011, 31 (3)
 
 Introduccion

El origen del internamiento psiquiatrico, la historia de la locura y la excesiva medicalizacion de nuestras sociedades farmacraticas, asi como las complejas relaciones entre Psiquiatria, Derecho y las transnacionales farmaceuticas, en un juego de intereses y colusiones, han dado lugar a la llamada "humanizacion de la pena". Esto es, el recurso a la "demencia" como atenuante penal en un limite dificil de discernir entre lo juridico y lo etico. Justo aqui se plantea, a partir del rotulo de "enfermedad mental", la posible anulacion retroactiva de la responsabilidad penal de una persona que se encuentra supuestamente incapacitada para actuar por si mismo en la esfera juridica. De este modo la institucion psiquiatrica se nos presenta hoy como una instancia de poderes omnimodos, con aparatos de televigilancia, que apuntan a la constitucion de una ya anunciada 'policia del pensamiento', cuya presencia y voz autoritaria se hacen oir con tono perentorio en las instituciones como la educacion, el trabajo y demas ambitos donde lo que esta en entredicho es el margen de las libertades civiles; asi la clinica ha ido delimitando en el orden civil un limite dificil de discernir entre normalidad y anormalidad, esto con ecos foucaultianos evidentes, en tanto estas categorias se aplican disciplinariamente en los ambitos educativos, laborales y criminales con una presencia opresora. De alli que algunos autores como el psiquiatra Thomas Szasz, nos muestre como los internamientos psiquiatricos funcionan bajo una conspiracion de silencio hacia aquellos que incomodan con sus comportamientos anormales, de donde se sigue que la esencia de la locura es el disturbio social, lo que --en un alcance politico-- podemos denominar disidencia. La "enfermedad mental" se transforma asi en el mecanismo social, regulado y determinado por la psiquiatria, para patologizar la heterogeneidad humana, su caracter antinomico y su singularidad. Este caracter inquisidor que adquiere la psiquiatria sera el punto cardinal en este ensayo, y se trataran con el otros puntos vinculantes como la necesidad de un replanteamiento del significado de "sanidad mental", los margenes de la locura y las dinamicas entre medico y paciente en lo que respecta a la enfermedad psiquica. 


1.- Antecedentes, naturaleza y alcances politico--policiacos y patologico--farmacraticos de la antipsiquiatria

Aunque el termino antipsiquiatria fue creado por David Cooper en un contexto muy preciso, sirvio para designar un movimiento politico de impugnacion radical del saber psiquiatrico, que se desarrollo entre 1955 y 1975 en los Estados donde se habian institucionalizado la psiquiatria y el psicoanalisis como saber regulador de la normalidad y la anormalidad. En Gran Bretana, con Ronald Laing y el mismo David Cooper; en los Estados Unidos, con las comunidades terapeuticas y los trabajos de Thomas Szasz (2). La antipsiquiatria ha tratado de reformar el asilo y transformar las relaciones entre el personal y los internados en el sentido de una gran apertura al mundo de "la locura", eliminando la nocion misma de enfermedad mental. La institucion psiquiatrica se nos presenta hoy como una estancia opresora; algunos autores, como el ya mencionado Thomas Szasz, denuncian y cuestionan la forma en que los internamientos psiquiatricos han funcionado como una conspiracion de silencio, la esencia de la locura' es el disturbio social, el comportamiento anormal que interpela los usos y costumbres decimononicas; de alli que el 'rotulo' de locura venga a ser una imputacion politica bajo la categoria de la disidencia, reviviendo viejas practicas de la policia secreta de la URSS. La "enfermedad mental", se transforma asi, en el mecanismo social, regulado y determinado por la psiquiatria, para patologizar la heterogeneidad humana, su caracter antinomico y su singularidad. Este caracter inquisidor que adquiere la psiquiatria sera el punto cardinal en este ensayo, y se trataran con el otros puntos vinculantes como la necesidad de una resignificacion de la nocion de "salud mental" [de cuales son los margenes de la locura], asi como la reformulacion de la relacion medico-- paciente en el marco de una nueva clínica.




2.- El discurso de la psiquiatria

Caracteriza a las disciplinas, cuando se consolidan, el poseer un lenguaje propio, un lenguaje que las constituye y funda. Tal lenguaje se consolida a partir de la interaccion, entre el lenguaje "natural" o corriente" y el discurso cientifico.

Lo que llamamos "discurso cientifico" es un espacio de representacion colectiva en el cual se da la ciencia como actividad humana. El trabajo de la ciencia consiste en una permanente reformulacion de sus objetos. De hecho, las disciplinas cientificas pueden caracterizarse como discursos que crean y recrean los objetos de los cuales "fabrican" enunciados. Estos arte-factos se convierten, cuando el dialogo y la polemica fructifican, en factos. Los "hechos" de la naturaleza suelen ser el resultado de disputas zanjadas. Las "verdades" de la ciencia no son el fundamento de las comunidades cientificas. Las comunidades cientificas son comunidades de problemas y, sobre todo, de retoricas. Un fisico reconoce a otro fisico por su modo de concebir y desarrollar enunciados verosimiles sobre algun interes comun.

Es necesario pues, estudiar el discurso cientifico en tanto que discurso, hay que reflexionar sobre sus origenes y modo de constitucion, hay que aceptar que no es solo un producto sino una fuerza productiva. La realidad es una narrativa exitosa. Es aquello que se hace hablando en una comunidad de reconstrucciones de objetos que solo existen en tanto se habla de ellos de una determinada manera.

El discurso del especialista no es mas que una diferenciacion, a veces deformada, del lenguaje corriente. Especialmente en las disciplinas cuya formalizacion discursiva no es de orden matematico y que basan su progreso mas bien en la acumulacion y ordenamiento de enunciados con contenido empirico, la verosimilitud (que no es precisamente la verdad sino una narrativa exitosa) es el logro al que aspira la ciencia. Sus instrumentos se perfeccionan en direccion a una retorica convincente, el argumento que da cuenta del maximo numero de fenomenos, que a la vez resulta economico y elegante por su precision. Tal es el caso del discurso de la psiquiatria.

Puede ser que la psiquiatria y otras disciplinas de caracter antropologico-medico no sean comparables a las ciencias que la tradicion considera fundamentales, dado que en ella son evidentes ciertos rasgos de mutabilidad y obsolescencia que el historicismo ha considerado inherentes a la realidad social. Es innegable el impacto de la cultura y la epoca en la constitucion de un vocabulario tecnico y de su repertorio de conceptos. No son pocos los ejemplos en los que una afortunada expresion abrio insospechados caminos a la investigacion y la practica. No son escasos, tampoco, aquellos en que una palabra, por ese proceso que Lukacs llamo "reificacion", se convirtio en cosa, creando un espejismo, un pseudoproblema en torno al cual se articulo un modo de hablar y se fundaron subdisciplinas y especialidades completas, hasta el punto de hacer pensar candidamente- que se avanzaba en las profundidades de la realidad natural. Un claro ejemplo de estos terminos desorientadores que son extranamente 'fructiferos' fue la voz 'esquizofrenia'.

Ahora bien, otro problema referido al estatuto del saber psiquiatrico es el del discurso inquisidor, la forma en que emplaza sus constructos como dispositivos del poder, de modo tal que una misma expresion en boca de un profano carece del peso -o las consecuencias en el orden medico-juridico- que tiene si es dicha por un perito psiquiatrico; supongamos, por ejemplo, que alguien rotula a un individuo de "demente". Obviamente, la "verdad" no interesa para poner en marcha el sistema de atencion medica, solo la reconstruccion tecnica de lo designado por el vocablo es valida socialmente, y ello, en virtud de ser el termino usado por alguien que "sabe". Saber, en este caso, supone que el instrumental linguistico ha sido previamente "socializado" en usos y contextos especificos por parte de quien profiere la expresion. Se trata, en fin, de participar, en rigor, de una tradicion que valida el uso.

Asi el trabajo de investigacion, en cualquier disciplina, consiste en construir significados o, lo que es casi identico, inventar objetos para hablar de ellos. El lenguaje es la realidad constitutiva esencial de toda ciencia y tambien de toda practica social. Una y otra se perpetuan por la ensenanza, que es la reconstruccion perenne de los significados sociales.

Hacer del discurso de la psiquiatria el punto central de la indagacion, estudiarlo en sus mutaciones y en sus permanencias, no significa otra cosa que detenerse en su opacidad.

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3.- El mito de la 'enfermedad mental' y la fabricacion de la locura.

La teoria de la enfermedad mental es cientificamente imprecisa y su estatuto esta aun por definirse. La psiquiatria como institucion represora es incompatible con los principios de una sociedad democratica y libre, y debe ser abolida. Al negar la validez cientifica de la teoria de la enfermedad no se esta negando la realidad de las enfermedades neurologicas, la locura, el crimen, el consumo de drogas y los conflictos sociales.

El concepto de enfermedad mental tuvo su utilidad historica, pero en la actualidad es cientifica, medica y juridicamente inapropiado, asi como moral y politicamente incorrecto por las razones que veremos en este articulo.

En 1961, Thomas Szasz, medico psiquiatra, psicoanalista y actualmente Profesor Emerito de la Universidad del Estado de New York, publico El mito de la enfermedad mental, que inicio un debate mundial sobre los denominados trastornos mentales. Szasz anota que la mente no es un organo anatomico como el corazon o el higado; por lo tanto, no puede haber, literalmente hablando, enfermedad mental. Cuando hablamos de enfermedad mental estamos hablando en sentido figurado, como cuando alguien declara que la economia del pais esta enferma. Los diagnosticos psiquiatricos son etiquetas estigmatizadoras aplicadas a personas cuyas conductas molestan u ofenden a la sociedad. Si no hay enfermedad mental, tampoco puede haber hospitalizacion o tratamiento para ella. Desde luego, las personas pueden cambiar de comportamiento, y si el cambio va en la direccion aprobada por la sociedad es llamado cura o recuperacion. Asi pues, lo que la gente llama enfermedad mental como tal, no existe. Lo que hay son conductas, conductas anormales. Enfermedades son cosas como el cancer y la hipertension, por ejemplo.

En la mayoria de las asi llamadas enfermedades mentales, no hay un correlato organico, una lesion neurologica, un trastorno quimico, no hay un gen de la locura; salvo en situaciones excepcionales como la depresion endogena, donde hay un problema a nivel de neurotransmisores (serotonina), pero si es una enfermedad es una como cualquier otra, no constituye una categoria aparte, ella -como cualquier otra- puede ser medicada, lo que es distinto a ser sedada, esto es mantener al paciente en un estado de semi-inconsciencia; y si puede ser tratada aun cuando sea cronica, como la diabetes, no se justifica que existan hospitales especiales segregados- como el psiquiatrico, la clinica, etc., la locura, no esta de mas decirlo, no es contagiosa.

Existen diferencias politico-religiosas entre ayudar a alguien con su consentimiento y tratar a alguien con drogas a la fuerza. El psiquiatra dice que el paciente esta enfermo y que esta sufriendo, mientras el enfermo pide que lo dejen en paz.

Thomas Szasz dirige pues el combate contra los internamientos psiquiatricos, senala, como se ha senalado, que la enfermedad mental no existe y que los "locos" son solo aquello que tratan de decirnos cosas incomodas, eso que no queremos oir. Por ello la sociedad cuenta con los psiquiatras para silenciarlos. Esta conspiracion de silencio es lo que denuncia Szasz. Lo que se denomina 'enfermedades mentales' son los comportamientos de individuos que nos perturban. La esencia de la locura es el disturbio social y el tratamiento que se aplica a aquellos que la "padecen" se asimila al de un cargo politico en el marco de un Estado totalitario, el de disidencia. Asi la psiquiatria es tambien un emplazamiento de lo que se ha denominado como el Estado Terapeutico, caracterizado por una sociedad excesivamente medicalizada y una cultura que tiene como correlato el crecimiento desmedido de la industria farmaceutica y sus obscenas ganancias, llegando a constituir una de las areas de actividad economica mas rentables y pujantes.

Si la esquizofrenia es una enfermedad del cerebro como, digamos, la enfermedad de Parkinson, o la enfermedad de Alzheimer, o la esclerosis multiple, ?como es que en muchos paises hay leyes especiales de salud mental que obligan al internamiento o al tratamiento forzado de los llamados esquizofrenicos? Pero se sabe que no hay leyes especiales para el tratamiento coercitivo de las pacientes con Parkinson, Alzheimer y esclerosis multiple. Al senalar que la esquizofrenia es parte del mito moderno de la enfermedad mental, no se intenta negar la existencia de la locura. De hecho, la locura abunda dentro y fuera de los manicomios (ahora llamados hospitales mentales). Lo que se cuestiona es la veracidad cientifica de categorizarla y tratarla como una enfermedad legitima tan curable como una apendicitis o una neumonia. La locura, en su sentido clasico y literario, es mas bien un asunto personal (anormalidad) o politico (desacato o disidencia).

Ahora bien, Szasz no es el unico, pero ha sido uno de los primeros en denunciar la represion de la locura con su cortejo de camisas de fuerza, encierros, electroshocks, lobotomias y embrutecimientos quimicos. Michel Foucault lo hizo en Francia con su celebre Historia de la locura, y Ronald Laing prosigue un combate parecido en Gran Bretana: "Estoy al lado de Foucault -dice- en cuanto a denunciar la opresion psiquiatrica, pero me separo totalmente de el en el analisis y las soluciones." Foucault veia en los asilos un instrumento de represion de la burguesia contra las "clases peligrosas". Esto es historicamente falso, senala Szasz. Los primeros asilos fueron creados en Gran Bretana por la aristocracia para impedir que sus miembros "desviados" disiparan su fortuna. El diagnostico de locura ha sido, y sigue siendo, un medio para desembarazarse de los que molestan. El loco es el que perturba, cuestiona, acusa.

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La locura no puede, por otra parte, ser definida con ningun criterio objetivo. Tomemos la esquizofrenia: es el diagnostico de "locura" mas corriente. Los psiquiatras tratan de hacernos creer que existe con el mismo titulo que el cancer o una ulcera. En la mayoria de casos, lo que se llama esquizofrenia no se corresponde con ningun desarreglo organico. Debe dejarse de afirmar que, detras de cada pensamiento torcido, hay una neurona torcida. Si este fuera el caso, precisa Szasz, habria que tratar la esquizofrenia como cualquier otra enfermedad. Otros exigian medidas mas drasticas, especialmente los paladines de lo que se llamo "movimiento anti-psiquiatrico", el cual tuvo mucho reconocimiento en las decadas de 1960 y 1970. Sus principios eran variados y controvertidos: la enfermedad mental no era una realidad objetiva de comportamiento o bioquimica, sino una etiqueta negativa o una estrategia para lidiar con un mundo loco; la locura tenia su propia verdad y la psicosis, en tanto que proceso de curacion, no deberia ser suprimida farmacologicamente.

No existe siquiera un metodo objetivo para describir o dar a conocer los descubrimientos clinicos sin recurrir a la interpretacion subjetiva y tampoco se cuenta con una terminologia uniforme y precisa que comunique exactamente lo mismo a todos. Por consiguiente, se tienen profundas divergencias en el diagnostico, hay un influjo continuo de nuevos terminos y una nomenclatura que no deja de cambiar, asi como un exceso de hipotesis que tienden a ser presentadas como hechos. Ademas, la etiologia sigue siendo especulativa, la patogenesis sumamente oscura, las clasificaciones predominantemente sintomaticas y, por tal, arbitrarias o posiblemente efimeras; el tratamiento fisico es empirico y esta sujeto a modas, mientras que la psicoterapia se halla aun en una fase primaria y , por ello, suele ser doctrinaria e ideologica.

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4.- Antipsiquiatria y derecho: La psiquiatrizacion del crimen y la "humanizacion de la pena".

Esta psiquiatrizacion del crimen ha dado origen al mito del paciente mental peligroso: con bastante frecuencia los medios masivos de comunicacion informan sobre un crimen al que, enseguida y tras la entrevista a un psiquiatra o psicologo, se le endilga el calificativo de trastorno mental. Aunque no hay ninguna evidencia de que los llamados pacientes psiquiatricos son mas peligrosos que los normales (la situacion actual apunta mas bien a todo lo contrario), el mito del paciente mental peligroso se resiste a morir.

Asi mismo ha pasado con el consumo de drogas legales e ilegales. Aunque la humanidad ha usado (y abusado de) drogas tales como el alcohol, la coca, la marihuana, el opio y sus derivados, y el tabaco durante siglos, el llamado problema de la droga, o drogadiccion, o farmacodependencia, o abuso de drogas fue una creacion del siglo XX con la promulgacion de las primeras leyes antidrogas, y la inclusion del uso de ciertas drogas en la lista oficial de trastornos mentales de la Asociacion Psiquiatrica Americana. Hasta ese entonces, no teniamos el llamado problema de la droga, ni la palabra drogadiccion tenia la connotacion peyorativa que hoy tiene.

Decadas mas tarde, la guerra antidrogas, supuestamente ejecutada para erradicar el consumo, es llevada a cabo con tanta insensatez y ferocidad que sus terribles consecuencias (un ambiente de persecucion inquisitorial, criminalidad, corrupcion, dano ecologico y toxicidad agregada por la impureza) han terminado por afectar a toda la sociedad.

La historia de la ciencia esta llena de teorias y modelos que fueron descartados una vez que se lograron avances que permitieron un conocimiento preciso de los fenomenos. No veo por que no va a ocurrir lo mismo con la teoria de la enfermedad mental. Nos corresponde a los cientificos la responsabilidad social de revisar critica y constantemente el estado de nuestros conocimientos para asi ponernos al dia en nuestra labor.

La teoria de la enfermedad mental tuvo, pues, su utilidad historica hasta el siglo pasado, pero es en la actualidad, cientifica y medicamente anticuada pues permite diagnosticar y tratar como enfermos mentales a pacientes con enfermedades cerebrales o de otro tipo que cursan con trastornos involuntarios de conducta; y es moral y politicamente danina porque se ha vuelto una cortina de humo para toda una serie de problemas economicos, existenciales, morales y politicos que, estrictamente hablando, no requieren terapias medicas sino alternativas economicas, existenciales, morales y politicas.

En Gran Bretana el lider de la anti-psiquiatria fue el igualmente carismatico Ronald Laing (1027-1989), un psiquiatra de Glasgow inspirado por la filosofia existencialista de Sartre. Este advierte, con un aforismo tipico, que "la locura no es necesariamente solo colapso sino tambien descubrimiento. Es una liberacion potencial y una renovacion lo mismo que esclavitud y muerte existencial". En 1965 fundo el Kingsley Hall, una comunidad (se evitaba el termino "hospital") en un barrio obrero al este de Londres donde los residentes y los psiquiatras vivian bajo el mismo techo, estos ultimos estaban alli para "ayudar" a los pacientes a superar las largas regresiones que caracterizan a la esquizofrenia. Laing fue un brillante escritor que se granjeo un circulo de seguidores durante el tiempo de la contracultura y las protestas estudiantiles contra la guerra de Vietnam.

Se ha hablado de una "fabricacion de locura" para designar aquella practica que consiste en asignar etiquetas psiquiatricas -rotular- a personas que son extranas, que plantean un desafio o que representan una supuesta plaga social. En este desenfreno estigmatizador, los psiquiatras organicos no son menos culpables que Freud y sus seguidores, cuya invencion del inconsciente --segun apunta Szasz-- presto nuevos brios a difuntas metafisicas de la mente y teologias del alma.

La antipsiquiatria, asociada fundamentalmente con politicas de izquierda, reclamaba la desinstitucionalizacion de las practicas psiquiatricas. Al mismo tiempo y desde un angulo totalmente diferente, los politicos de la extrema derecha, incluyendo a Ronald Reagan en los Estados Unidos y Margaret Tatcher en el Reino Unido, dieron su apoyo a la "asistencia comunitaria" ya que se oponian a la idea de un Estado benefactor y les interesaba eliminar esas costosas camas de los hospitales psiquiatricos. Enfermedad, y no hacer de los enfermos mentales una categoria aparte, a los que se encierra y se cuida de manera imperativa.

5.- El psiquiatra es el inquisidor del siglo XX

Para comprender el papel de la enfermedad mental en nuestra sociedad, conviene saber que nos encontramos en presencia de un fenomeno religioso, no cientifico. El diagnostico de "locura", anade Szasz, ha sustituido, en nuestra civilizacion occidental, a la "posesion". La bruja, los poseidos, molestaban, y eran, por tanto, eliminados por los inquisidores en nombre de la verdadera fe. Hoy, los psiquiatras son los nuevos inquisidores, y proceden a una eliminacion semejante, pero ahora en nombre de la "verdadera" ciencia. Antano se creia en la religion; hoy en la ciencia.

Una prueba adicional, segun Szasz, del caracter pseudo-cientifico de la enfermedad mental es la evolucion de los diagnosticos segun las costumbres y las variantes culturales. A fines del siglo XIX, los psiquiatras trataban sobre todo a los histericos y epilepticos. La histerica, como la bruja de la Edad Media, era generalmente una joven. De hecho, explica Szasz, la histeria no es otra cosa que una categoria verbal inventada por Charcot, el maestro de Freud, para medicalizar los conflictos que surgen entre las mujeres jovenes y su entorno. Hoy, la histeria ha desaparecido practicamente -y sin tratamiento-, como diagnostico a caido en desuso. Ha sido reemplazada por la esquizofrenia y la paranoia. La conclusion de Szasz es que "lo que nos molesta ha evolucionado". Ahora bien, los pretendidos enfermos mentales buscan precisamente incomodarnos: La enfermedad mental es la mayoria de las veces una representacion destinada al publico", una puesta en escena. La esencia de la locura es el disturbio social. Pero los "locos" hacen algo mas que molestarnos. A pesar suyo, nos prestan tambien eminentes servicios. El concepto de "enfermedad mental" nos permite acomodar comportamientos que nos cuesta aceptar que puedan ser normales y ello porque atentan contra nuestro narcisismo primario. Conductas como, por ejemplo, el "crimen". Hoy "los criminales ya no son ejecutados; sino son tratados", este es uno de los alegatos de la antipsiquiatria.

Un ejemplo: En el estado de Florida, un condenado a muerte no puede ser ejecutado porque los psiquiatras de la prision lo encuentran demasiado loco para sufrir su pena ?Hay que curarle, para poder ejecutarlo? pregunta Szasz

La gente busca la enfermedad mental o la locura detras del crimen; pero en la mayoria de los casos el criminal es normal y lo bastante inteligente para hacer crimenes complejos.

?Por que no aceptar que en el hombre hay, como dira Freud, pulsiones Thanaticas; destructivas y autodestructivas; y que puede ser un animal asesino? La resistencia a reconocer todo esto responde a nuestro narcisismo primario, como a la excesiva medicalizacion de nuestra sociedad, la que ha conducido a considerar la apelacion a la locura como un atenuante en lo que se ha dado en llamar la humanizacion de la pena.

Pero lo cierto es que en la historia han existido muchos asesinos y nadie ha dicho que eran "enfermos", nadie dijo que Cain estaba enfermo cuando mato a Abel. Hitler que mato a millones de judios, era de hecho un personaje popular, el lider de Alemania, aclamado en los mitines; despues, mucho mas tarde, se dijo que estaba loco; lo cual vendria a ser un atenuante para tanta atrocidad.

Pero ?por que se obstina hoy la gente en buscar la enfermedad mental detras del crimen? ?Es por humanidad? Todo lo contrario, responde Szasz. Si reconocemos que un hombre es capaz de cometer a sabiendas un crimen espantoso, es porque la naturaleza humana puede ser absolutamente malvada. Y ocurre que lo que deseamos es que la naturaleza humana sea buena. No queremos admitir que el libre albedrio pueda conducir al crimen. Por tanto, el crimen no debe ser el resultado del libre albedrio, sino el de la enfermedad mental.

Hasta el siglo XVIII, el Mal era interpretado como una posesion por el diablo. Hoy, el Mal es necesariamente el signo de un trastorno genetico y quimico. Todo esto, segun Szasz, tiene relacion con el pensamiento mitico, no con la ciencia. Por otra parte, anade, si verdaderamente el comportamiento puede analizarse a partir de la observacion del cerebro, ?por que no tratamos de averiguar las causas quimicas de una buena accion, y nos interesamos solo por las malas? Una de las conclusiones de la antipsiquiatria es que nada, segun el conocimiento actual del funcionamiento del cerebro, permite explicar nuestras elecciones. El libre albedrio no es un fenomeno quimico o electrico. Es imposible leer nuestros pensamientos en el cerebro. Si bien es exacto que ciertos pensamientos desencadenan ciertas reacciones quimicas, la causa de la reaccion es el pensamiento libre.

Pero, precisa Szasz, la transformacion de los criminales en enfermos mentales no es mas que la punta del iceberg. Es solo la expresion caricaturesca de un profundo movimiento de medicalizacion de la sociedad moderna, asi como de la negativa a considerar al hombre como un individuo libre y responsable.

Por tanto, el psicoanalisis, como la psiquiatria, solo serviria para negar el libre albedrio y para disminuir la responsabilidad individual. ?Por ejemplo? Los ladrones, explica Szasz, eran antano considerados responsables de sus actos, y castigados como tales. Pero a partir del momento en que el ladron se convierte en un "cleptomano", ya no es responsable del robo; es "operado" desde el exterior por pulsiones que escapan a su voluntad y que el ignora. Este razonamiento se aplica actualmente al incendiario, que se ha transformado en un piromano, al violador, al jugador, al juerguista o al fumador. La ilustracion mas reciente citada por Szasz es la del fumador inveterado que, ante los tribunales, acaba de obtener indemnizacion economica de un fabricante de cigarrillos americano. La agresiva publicidad del fabricante le habria incitado inconscientemente a fumar y arruinar su salud.

Ahora bien, las intervenciones psiquiatricas deben ser definidas con claridad como voluntarias o involuntarias (este es un criterio de demarcacion con una importancia politica, etica y religiosa). En las voluntarias, la persona busca la ayuda del profesional movida por sus problemas. Tipicamente, el individuo es un beneficiario de la intervencion del psiquiatra. En las involuntarias, la sociedad impone la intervencion. Tipicamente, el individuo es una victima de la accion del psiquiatra, en tanto que la sociedad (la familia) es la beneficiaria. La psiquiatria involuntaria es incompatible con los principios de una sociedad democratica y libre, y debe ser abolida.

En 1970, Szasz publico La fabricacion de la locura: Estudio comparado de la Inquisicion y el Movimiento de la Salud Mental, un monumental estudio historico dedicado a demostrar que con el declinar de la cosmovision teologica y del poder del Estado Teocratico(la alianza del Estado y la Religion), y el ascenso de la cosmovision cientifica y del poder del Estado Terapeutico (la alianza del Estado y la Medicina y, en particular, la Psiquiatria), el mito teologico de la herejia fue remplazado por el mito cientifico de la enfermedad mental, la persecucion de brujas y herejes por la persecucion de pacientes mentales y drogadictos, y la poderosa burocracia papal de la Inquisicion por la poderosa burocracia estatal de la Psiquiatria Institucional.

En esta obra, que dio inicio a la nueva disciplina de la historia critica de la psiquiatria (junto con la Historia de la locura en la Era Clasica, de Michel Foucault), Szasz define tambien los dos tipos de psiquiatria: la institucional y la contractual.

La Psiquiatria Institucional comprende todas las intervenciones impuestas a las personas por los demas. Estas intervenciones se caracterizan por la completa perdida, por parte del denominado paciente, del control de la relacion con el psiquiatra. Su aspecto economico mas importante es que el psiquiatra es un empleado pagado por una entidad privada o publica. Su caracteristica social mas destacada es el uso de la fuerza o del engano.

La Psiquiatria Contractual comprende todas las intervenciones psiquiatricas buscadas por las personas, motivadas por sus dificultades o problemas. Estas intervenciones se caracterizan por la completa retencion, por parte del llamado paciente, del control de la relacion con el psiquiatra. Su aspecto economico mas importante es que el psiquiatra es un profesional privado pagado por la propia persona (en nuestros dias, la situacion se complica por la existencia de los seguros medicos). Su caracteristica social mas notoria es la evitacion de la coaccion o del engano.

El concepto psiquiatrico del crimen surgio en el siglo XX con la publicacion de El criminal, el juez y el publico (1929), de F. Alexander y H. Staub. Para estos autores, habia dos clases de criminales: el normal y el anormal. Para el normal la penalidad tradicional era suficiente, en tanto que, para el anormal, Alexander y Staub recomendaban la abolicion de los castigos y la implantacion de tratamientos psiquiatricos. Es importante tener en cuenta que esta tesis nacio en la epoca del ascenso al poder de las ideologias totalitarias de la Italia fascista, la Alemania nazi y la Union Sovietica comunista, en las que los psiquiatras estaban dispuestos a cooperar con gobiernos dictatoriales en la represion de los ciudadanos.

Por su parte, Thomas Szasz, desde la publicacion de El derecho, la libertad y la psiquiatria (1963), ha advertido que la Psiquiatria Institucional se ha convertido en una agencia represiva de control social.

 
6.- Las metaforas de la enfermedad

Por ultimo, cuando seguimos hablando de trastornos mentales, tenemos en mente otro tipo de hechos: los conflictos personales e interpersonales tales como la angustia, la ambicion, las dificultades o desviaciones sexuales, las desavenencias familiares, las fobias, las inhibiciones y demas problemas propios de la fragilidad humana; se piensa entonces que la vida es armonica y que los conflictos son causados por psicopatologias subyacentes que es preciso curar para ser felices. Esta es la version pseudocientifica actual de la psiquiatria y la psicologia clinica convencionales. No obstante, parece mas realista aceptar que la vida es, en si, una ardua construccion, y que lo que llamamos salud mental es, con mas propiedad, la virtud o sanidad espiritual, la que no se logra mediante un arduo y tortuoso camino de aprendizaje, sino mas bien con aquella higiene del alma que es la fe, la cual opera mediante la renovacion del espiritu de nuestra mente.

Aqui cabe una gran responsabilidad social y espiritual a los cientificos y profesionales medicos, a saber, la de revisar su concepcion del hombre para promover no solo estilos de vida y de pensar saludables, sino tambien de aspirar a una salud integral que abarque al hombre interior y exterior, aquello que desde el entronque de la antropologia hebrea y la moderna medicina psicosomatica aparece como el verdadero ser del hombre, su unidad psico-biologica indisociable.

La teoria de la enfermedad mental tuvo, pues, su utilidad historica hasta el siglo pasado pero en la actualidad se encuentra cientifica y medicamente desfasada pues arriesga diagnosticar y tratar como enfermos mentales a pacientes con enfermedades cerebrales o de otro tipo que padecen trastornos involuntarios de conducta; y es moral y politicamente nociva porque ha pretendido ser explicacion de la infelicidad humana, cuyas manifestaciones fenomenicas pueden aparecer biograficamente- bajo la forma de problemas economicos, existenciales, morales o politicos, pero que, estrictamente hablando, no requieren terapias medicas ni solo alternativas economicas o politicas, sino una respuesta a la radical separatividad humana, a nuestra tristeza de no ser santos.

http://dx.doi.org/10.5209/rev_NOMA.2011.v31.n3.36823

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- READ, John; MOSHER, Loren y BENTALL Richard (eds.), Modelos de Locura, Herder Editores, 2006.

- VASQUEZ ROCCA, Adolfo: "Antipsiquiatria; Deconstruccion del concepto de enfermedad mental" [Version preliminar]. En Psikeba - Revista de Psicoanalisis y Estudios Culturales -- Buenos Aires, ISSN 1850-339X, No 2 -- 2006.

(1) Este Articulo corresponde al Proyecto de Investigacion: No DI-08-11/JM Fondo Jorge Millas 2011 - 2012, financiado por la Direccion de Investigacion y Doctorados (VRID) de la Universidad Andres Bello UNAB: "Ontologia del cuerpo en la Filosofia de Jean Luc Nancy, Biopolitica, Alteridad y Estetica de la Enfermedad". Areas de Investigacion: Biopolitica, cuerpo y filosofia de la mente, Alteridad, y ontologia de la enfermedad.

(2) Thomas Szasz es medico psiquiatra, Profesor Emerito de Psiquiatria en la Universidad de New York, Healh Science Center en Siracusa, New York. Ademas es fisico graduado con honores en la Universidad de Sincinati en 1941. Nacio en Budapest el 15 de abril de 1920 a los dieciocho anos emigro a los Estados Unidos donde fue admitido en la Universidad de Cincinati. Despues ingreso en la carrera de medicina en la misma universidad, obteniendo su M. D. En 1944. Recibio entrenamiento en psicoanalisis en el Chicago Institute for Pshychoanalysis. Es miembro de la Asociacion Psiquiatrica Norteamericana y de la Asociacion Psicoanalitica Americana. Thomas Szasz es autor de varias obras conocidas sobre psiquiatria y salud mental, como, entre otras, El mito de la enfermedad mental; La fabrica de locura; Etica del psicoanalisis y Karl Kraus y los medicos del alma. Es miembro de la redaccion de revistas como "Humanist", "Journal of Drug Adiction" y "Contemporary Psychoanalysis" y co-fundador y presidente de la Asociacion Norteamericana para la Abolicion de la Hospitalizacion Involuntaria, asi como co-director del Consejo Nacional para el Crimen y la Delincuencia. 

Adolfo Vasquez Rocca PH. D.

Doctor en Filosofia por la Pontificia Universidad Catolica de Valparaiso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofia IV. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofia de la Pontificia Universidad Catolica de Valparaiso; Profesor de Antropologia y Estetica en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andres Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo y Arquitectura UNAB Santiago. --En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundacion Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en Mexico.-- Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundacion Etica Mundial' de Mexico. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofia y Culturas en Dialogo, Argentina. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia --Revista de Filosofia de la Pontificia Universidad Catolica del Ecuador-- . Director de Revista Observaciones Filosoficas. Profesor visitante en la Maestria en Filosofia de la Benemerita Universidad Autonoma de Puebla. --Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria --Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado-- UCM. Academico Investigador de la Vicerrectoria de Investigacion y Postgrado, Universidad Andres Bello. Artista conceptual. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cosmica y politicas de climatizacion, Coleccion Novatores, No 28, Editorial de la Institucion Alfons el Magnanim (IAM), Valencia, Espana, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011
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