Dr. Adolfo Vásquez Rocca*
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo; Artículo “ESTÉTICA DE LA VIRTUALIDAD Y DECONSTRUCCIÓN DEL MUSEO COMO PROYECTO ILUSTRADO ”, publicado originalmente en Revista NÓMADAS Nº 28 – 2008, Número monográfico: “Ciberculturas: metáforas, prácticas sociales y colectivos en red”, Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos, Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Arte –Universidad Central, Colombia, pp. 122 – 127. http://www.ucentral.edu.co/NOMADAS/nunme-ante/26-30/28/11-ESTETICA%20ADOLFO.pdf
Edición en la cual –además– es publicado por parte de Peter Sloterdijk el Artículo, “Actio in distans. Sobre los modos de formación teleracional del mundo”, cuya versión preliminar fue expuesta en el Congreso Internacional Ontología de la Distancia celebrado entre el 12-16 marzo de 2007 en la Universidad Autónoma de Madrid, exposición que retoma ideas esbozadas en el volumen I de Esferas.Este texto, que aquí presento en versión revisada y ampliada, forma parte de los trabajos preliminares del desarrollo del Proyecto de Investigación DI-10-09/JM, 2009 – Dirección de Investigación de la Universidad Andrés Bello –UNAB–: Vásquez Rocca, Adolfo, "Ontología de las distancias en Sloterdijk, hacia una teoría antropotécnica de las comunicaciones" / Facultad de Humanidades y Educación, Filosofía.Estética, Globalización y Cibercultura en Sloterdijk.
Resumen
Se
intenta desmantelar la aparente antinomia entre arte y tecnología según
se ha entendido tradicionalmente, esto es, que la tecnología nos
remitiría al ámbito de la reproductibilidad, lo maquinal y lo
insensible; mientras que al arte pareciera pertenecer al dominio de la
imaginación, la sensibilidad y la creatividad. Más bien, como se
mostrará, una adecuada comprensión del arte posmoderno no puede dejar de
atender a la irreductible inscripción del artista en el seno de una
cultura como la nuestra, marcada por la informatización y
digitalización. Es así como asistimos a un cambio de paradigma en el
estatuto del arte, a una revolución en la escena del arte y de nuestros
regímenes de visualidad, de allí la necesidad de explorar el desarrollo
de las estéticas de la virtualidad, las que nos instalan en nuevas
lógicas de producción de verdad en el arte, emancipadas de la institución del museo como instancia última de legitimación y validación de lo artístico.
1.- Megalópolis, transformación del estatuto del arte y cultura global.
En la ciudad global, en la megalópolis hiper-conectada y sus carreteras de la información –entre el flujo y la densidad de las unidades de datos– nos desplazamos entre figuras y entidades híbridas, espectros de una cultura post humana, capturadas y encapsuladas en bloques de bits.
Las
nuevas mega-ciudades con sus sofisticados proyectos de desarrollo
urbano, basados en su prioritaria preocupación por la conexión inmediata
a otras ciudades globales y el desarrollo de megaestructuras
arquitectónicas multifuncionales y autosuficientes, han provocado la
desertificación del entorno y gestionado el hábitat sofocado de los
nuevos centros
comerciales, recintos feriales y estadios cubiertos. Son los nuevos
invernaderos, caparazones para una vida que apunta –en la era del
capitalismo integral– a la total absorción del mundo exterior en un
interior planificado en su integridad2.
Asistimos así a la transformación del estatuto de lo real y a la diversificación de las formas de producción de verdad
y circulación de ideas y obras, con la consiguiente aceleración de su
difusión telemática, así como a los procesos de descentramiento que
instalan al arte en un nuevo horizonte de interactividad y resonancias
políticas globales.
Es
en este contexto donde cabe revisar las funciones del museo,
principalmente en su rol de archivo que fija la verdad del arte, esto
es, como el dispositivo fundamental de la auto-reflexión en orden a construir un imaginario epocal en el cual reconocerse, ejercicio verticalista desde el cual se pautea la cultura y se administra el gusto.
Hoy,
en nuestras sociedades líquidas, del flujo y la deriva de la identidad,
el arte no puede ser fijado e inmovilizado para ser objeto de procesos
de indexación, hoy –como nunca- arte y vida se codeterminan y se copertenecen3 y ha sido, precisamente
la digitalización de las imágenes, su tránsito e incluso su constante y
aleatoria modificación por parte de usuarios que comparten en la Web
sus licencias creativas, lo que configura nuevas formas de transferencia
de conocimientos y tránsito de imágenes en una nueva comunidad virtual
sin centro y sin periferia. Una red que se articula a partir de un
entramado de navegaciones o trayectos enlazados y federados:
multilíneas en paralelo, que pueden ser contempladas en su conjunto, de
modo horizontal. Esto funda un nuevo orden de visibilidad y tránsito de
imágenes, uno abierto a los puntos de contraste y fractura con los
discursos canónicos, unidimensionales y políticamente correctos, a la
vez que propicia la creación cooperativa y la acción colectiva de
inteligencias. Es precisamente aquí donde el descentramiento aparece
como la estrategia más efectiva para deconstruir la lógica del discurso
único, de “la verdad del arte” que precisamente el museo tradicional
lucha por preservar. Así pues se enfrentarán esta memoria despótica,
archivística y docu-monumental del museo con la memoria relacional,
inter-productiva de las tecnologías informáticas.
2.- Virtualidad, producción simbólica y régimen de visibilidad.
Debe
considerarse, por más que parezca evidente, que el museo no siempre ha
estado ahí, ni seguramente estará ahí para siempre. Como cualquier otra
institución humana es una institución que hay que situar social,
histórica y epistémicamente, que pertenece a un determinado proyecto
cultural, civilizatorio incluso cabría decir, y que cobra sentido como
parte de un conjunto de prácticas de representación y asentamiento de la
verdad muy específicas correspondientes a una época. El museo, como
institución epocal, no puede por tanto ser ajeno a las transformaciones
tecnológico-comunicativas, ni a los modos de producción artística y
cultural derivadas de dichas transformaciones, viéndose afectadas las
formas de representar simbólicamente, de construirse la verdad y la
memoria, las notas identitarias que le permiten al ser humano su
autocomprensión y – con ello– su sentido de pertenencia e inclusión en
las comunidades con que se identifica y en las que se reconoce4.
En
las sociedades informatizadas y globalizadas el museo ha sido
desplazado en su rol hegemónico de administrador del régimen de
visibilidad de una cultura, de dispositivo
de verdad, para dar paso a nuevas prácticas artísticas –asociadas a la
digitalización y virtualidad– de la producción simbólica de imágenes y relatos, de
estrategias de reconocimiento siempre provisionales, propios de las
identidades en fuga, y del tránsito constante del animal que se desplaza
en asentamientos nómadas. Este activismo a la vez político y medial
que propician los dispositivos digitales de interacción social
generan modos de comunicación directa entre los ciudadanos, no mediados
por el interés de las industria de la cultura o los aparatos del Estado.
La
introducción en el imaginario colectivo del ciberespacio abre nuevos
horizontes políticos y nuevas relaciones de poder. Espacios de
redefinición constante de las prácticas discursivas y ensayo de nuevas
subjetividades.
Así, en ausencia de patrias los hombres fijan sus huellas, y gestan imaginarios tribales –en
los que reconocen filiaciones acotadas y pertenencias locales a
determinados nichos comunitarios. De modo que nuestros desplazamientos
en la web debieran propiciar nodos
capaces de introducir en nuestra experiencia interconectada,
reflexividad, interacción y diálogos mínimos en el gueto de nuestra
ciudadanía internaútica.
No
estamos, por tanto, ante la idea de un todo simultáneo y su
representación correspondiente. La idea de redes refiere a múltiples
trayectos individuales –que se entrecruzan, a menudo chocan, y otras se interrelacionan–
más que a la pertenencia a un conjunto homogéneo y estable. Aquí se
subraya sobre todo el carácter constructivista que asume la navegación
por la red.
Esto
es determinante para todo el discurso postmoderno, abierto a los puntos
de contraste, fractura y sospecha sobre todo texto y –porque no
señalarlo – sobre el autor que lo ha articulado. Es precisamente aquí
donde el descentramiento aparece como la estrategia más efectiva para
deconstruir la lógica del discurso único, la tiranía del principio de no
contradicción y la voluntad de sistema a él adherida.
3.- Valor de verdad del arte y la deconstrucción del proyecto de museo ilustrado.
Sin
duda esa pérdida del “valor de verdad” del arte por parte del museo
está vinculada a toda la crítica que la vanguardia realiza al proceso de
fetichización de que el museo forma parte. A partir de ello, el museo
comienza a dejar de ser el lugar propio de la verdad del arte5.
Para las vanguardias el museo tiende cada vez menos a ser ese lugar de
realización de la verdad del arte y a ser concebido más como el lugar de
su muerte, de su falsificación. La consigna adorniana de museo como
“mausoleo” da cuenta de este distanciamiento de las vanguardias, y toda
la tradición del museo sin paredes o la del arte público –sacado a la
calle–, que explicita esta desconfianza creciente en el arte de museo,
que rinde cuentas cada vez más a la lógica del espectáculo y la
industria cultural– y menos en su potencial de producción cognitiva, de
verdad.
Aquí
no podemos dejar de apuntar lo paradojal que resulta el hecho de que si
bien las vanguardias históricas anatematizaban del museo como panteón
del arte, ellas sólo se vieron consagradas cuando fueron acogidas en sus
salas, únicas garantes de la relevancia de la obra y, en consecuencia,
sacralizadoras del arte: exactamente la función tan denostada por los
autores de las obras que colgaban de sus muros. Esta observación, pese a
todo, no contradice nuestra tesis central acerca del rol sacralizador
del museo., sino que más bien la confirma.
Ahora
bien, los cimientos del museo han sido socavados desde varios frentes:
éste que hemos venido analizando, el desmantelamiento del concepto de
museo operado desde la crítica cultural ha removido parte importante de
los cimientos del panteón, pero los procesos de banalización de la
cultura han hecho también su parte; la
deriva del museo al territorio de la industria cultural y el
entretenimiento ha propiciado esa particular dinámica de percepción
propia del turismo cultural, aquella que Benjamin teorizará al dar
cuenta de cómo se introduce una inclinación a la percepción distraída,
no reflexiva.
En la era digital el museo ha sido –también– objeto de una desterritorialización;
con la emergencia de las galerías virtuales y la desmaterialización del
arte, el tránsito y circulación de bienes culturales ha asumido nuevas
formas, desarticulando el hegemónico circuito de exhibiciones, dando
paso a una nueva escena artística, donde el arte puede estar en todas
partes a la vez, sin centro y sin periferia.
El museo es heredero del mismo programa ilustrado de la Enciclopedia.
Caracteriza a los conocimientos el hecho de que se acumulen como un
capital: un capital que pertenece a una humanidad ilustrada en su
conjunto y que adquiere el sentido de verdad
por obra de teóricos y privatizadores del saber, sobre todo, por las
clases gobernantes y sus portadores de secretos. Las ciencias empíricas
–con sus géneros literarios filiales se registran en el gran libro de la
teoría neo-europea; fueron los franceses ilustrados los que con su
característico genio práctico, ya a mediados del siglo XVIII, llevaron a
cabo el proyecto de la Enciclopedia6.
Del mismo modo la concepción moderna del museo es un hecho
relativamente reciente, también surgido con caracteres precisos de
autoconciencia y de voluntad programática a partir de la mitad del siglo
XVIII como parte de la afirmación y difusión de la cultura ilustrada.
El paso de privado a público de las colecciones de arte transcurre de
diversos modos en la Europa del siglo XVIII, relacionado con la
consolidación del concepto del patrimonio artístico, como bien de la
colectividad. El decreto por el cual la Asamblea Nacional transformaba
las colecciones reales del Louvre en el Musee Central des Arts asume el valor de inicio de una nueva era en la historia del museo.
El
archivo, como depósito de memoria, es pues hijo directo del
racionalismo ilustrado, que aspira a la clasificación total del saber.
El museo, como invención del siglo XVIII inspirado en el espíritu de la
Ilustración, parte del principio de ordenación del saber. La
transformación de la colección palaciega en museo no significa sólo el
paso de los objetos de arte de una estancia en palacio, y por tanto de
carácter privado, a un edificio destinado a tal efecto y con finalidad
pública, sino por la aplicación de los principios enciclopédicos a la
clasificación y catalogación de las obras de arte, de modo tal que las
funciones del museo están estrechamente vinculadas a la Academia y al
proyecto ilustrado de la formación de un gusto público, esto en el ciego
convencimiento de la universalidad del arte y la cultura.
Si
bien no parece necesario mostrar aquí -en su detalle- como este sueño
ilustrado ha sido roto en la posmodernidad con el desmontaje
del cuadro y del rito contemplativo de la pintura (de la sacralización
del aura, de la fetichización de la pieza única) realizado mediante la
crítica a la tradición aristocratizante de las Bellas Artes; del
cuestionamiento del marco institucional de validación y consagración de
la ‘obra maestra’, de las historias del arte y del museo. Sí cabe
atender a la génesis del proyecto museo ilustrado
dado que éste en sus últimos enclaves de resistencia sigue vinculado a
intereses de clase y de dominación cultural, cumpliendo su hegemónico
rol conservador, de salvaguarda del establishment
cultural, de administrador interesado y parcial de un imaginario
particular, que intenta presentarse despóticamente homologado con la
cultura perenne, resistente a los avatares del tiempo y sobretodo a las
embestidas de las vanguardias con su agitación y propuestas rupturistas
en el plano político-estético, irrumpiendo como lo han hecho con un
nuevo régimen de visibilidad, produciendo las transformaciones de lo
artístico.
Adolfo Vásquez Rocca.
Doctor
en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso;
Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía
IV. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso; Profesor e Investigador en las
áreas de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y
Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. – En octubre de 2006 y
2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un
Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial
Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del
Consejo Consultivo Internacional de Konvergencias, Revista de Filosofía y
Culturas en Diálogo, Argentina. Director de Revista Observaciones Filosóficas.
Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla y Profesor Asociado al Grupo Theoria
–Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Ha publicado
recientemente el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008.
1 VÁSQUEZ
ROCCA, Adolfo; Artículo “ESTÉTICA DE LA VIRTUALIDAD Y DECONSTRUCCIÓN
DEL MUSEO COMO PROYECTO ILUSTRADO”, publicado originalmente en Revista
NÓMADAS Nº 28 – 2008, Número monográfico: “Ciberculturas: metáforas,
prácticas sociales y colectivos en red”, Instituto de Estudios Sociales
Contemporáneos, Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Arte
–Universidad Central, Colombia, pp. 122 – 127. http://www.ucentral.edu.co/NOMADAS/nunme-ante/26-30/28/11-ESTETICA%20ADOLFO.pdf
Edición en la cual –además– es publicado por parte de Peter Sloterdijk
el Artículo, “Actio in distans. Sobre los modos de formación
teleracional del mundo”, cuya versión preliminar fue expuesta por en el
Congreso “Ontología de las Distancias” desarrollado Universidad Autónoma
de Madrid y que ya se encontraba esbozada en el I volumen de Esferas.
Este texto forma parte de los trabajos preliminares del desarrollo del Proyectos de Investigación DI-10-09/JM, aprobado para el presente año 2009 por la Dirección de Investigación de la Universidad Andrés Bello UNAB
, Vásquez Rocca, Adolfo, "Ontología de las distancias en Sloterdijk,
hacia una teoría antropotécnica de las comunicaciones" / Facultad de
Humanidades y Educación, Filosofía.
2 Particularmente
en las artes se observa un refuerzo del papel de las instituciones
directamente ligado a programas de promoción de las ciudades, como la
implantación de grandes museos que albergan exposiciones
internacionales, inmensas edificaciones que contribuyen a la
espectacularización de las ciudades y el turismo cultural, lo que
conduce, a su vez, a un redimensionmiento de la producción artística
concebida para esos espacios.
3 VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, “El Giro Estético de la Epistemología; La ficción como conocimiento, subjetividad y texto”, En Revista AISTHESIS, Instituto de Estética de la Pontificia Universidad Católica de Chile, PUC, Nº 40, 2006. p. 48.
4 MARCHÁN, Simón, [compilador], Real/Virtual en la estética y teoría de las artes, Barcelona: Paidós, 2006, p. 175
5 MARCHÁN, Simón, [compilador], Real/Virtual en la estética y teoría de las artes, Barcelona: Paidós, 2006, p. 187.
6 SLOTERDIJK, Peter, Esferas II. Globos. Macroesferología, Siruela, Madrid, 2004, p. 841
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
- SLOTERDIJK, Peter, Esferas II. Globos. Macroesferología, Siruela, Madrid, 2004,
- GARDNER, James, ¿Cultura o Basura?, Acento Editorial, Madrid, 1996.
- SLOTERDIJK, Peter, “El arte se repliega en sí mismo. Presentación de una exposición singular”,
En BRUMARIA prácticas artísticas, estéticas y políticas, Nº 1, Verano
2002, Madrid. http://www.brumaria.net/textos/petersloterdijk.htm
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "La crisis de las Vanguardias artísticas y el debate Modernidad-Postmodernidad ",
En Revista Arte, Individuo y Sociedad. Revista Científica de la
Facultad de Bellas Artes, UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID – Año 2005 –
vol. 17.ISSN 1131-5598 pp.133 - 154.
Digital Aesthetics Explored Through The Concept Of Emergence
International Symposium of Interactive Media Design
Seminario Internacional del Espacio Espacio y Arte: Estética de la desaparición.
Política de las señales: estéticas y ciberculturas
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo; Artículo “ESTÉTICA DE LA VIRTUALIDAD Y DECONSTRUCCIÓN DEL MUSEO COMO PROYECTO ILUSTRADO
”, publicado originalmente en Revista NÓMADAS Nº 28 – 2008, Número
monográfico: “Ciberculturas: metáforas, prácticas sociales y colectivos
en red”, Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos, Facultad de
Ciencias Sociales, Humanidades y Arte –Universidad Central, Colombia,
pp. 122 – 127. http://www.ucentral.edu.co/NOMADAS/nunme-ante/26-30/28/11-ESTETICA%20ADOLFO.pdf
Edición
en la cual –además– es publicado por parte de Peter Sloterdijk el
Artículo, “Actio in distans. Sobre los modos de formación teleracional
del mundo”, cuya versión preliminar fue expuesta en el Congreso Internacional Ontología de la Distancia celebrado entre el 12-16 marzo de 2007 en la Universidad Autónoma de Madrid, exposición que retoma ideas esbozadas en el volumen I de Esferas.
Este texto, que aquí presento en versión revisada y ampliada, forma parte de los trabajos preliminares del desarrollo del Proyecto de Investigación DI-10-09/JM, 2009 – Dirección de Investigación de la Universidad Andrés Bello –UNAB–: Vásquez Rocca, Adolfo, "Ontología de las distancias en Sloterdijk, hacia una teoría antropotécnica de las comunicaciones" / Facultad de Humanidades y Educación, Filosofía.
Estética, Globalización y Cibercultura en Sloterdijk - Dr. Adolfo Vásquez Rocca
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Estética de la virtualidad y deconstrucción del museo como proyecto ilustradoAdolfo Vásquez Rocca
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ESTÉTICA DE LA VIRTUALIDAD Y DECONSTRUCCIÓN DEL MUSEO COMO PROYECTO ILUSTRADO Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
adolfovrocca@gmail.com
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