lunes, 12 de enero de 2015

MODA, IMAGINACIÓN ERÓTICA Y POLÍTICAS DEL CUERPO: DE LAS ESTRATEGIAS DE GÉNERO A LAS IDENTIDADES EXTENDIDAS –PARA UNA ESTÉTICA POSTHISTORICA– DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA


 KAVIAR GAUCHE, BERLÍN 


URBAN STYLE - MODA ALEMANA: Kaviar Gauche, Berlín es moda Dr. Adolfo Vásquez Rocca

Un paseo por las calles de Berlín deja claro que el atractivo de la capital alemana es innegable; la ciudad rebosa dinamismo y las cifras de turistas no descienden. Además, la falta de viviendas ya se hace notar. ¿Qué tiene Berlín que no tengan las demás, precisamente ahora que se cumplen 25 años de la caída del Muro?

En los últimos años, Berlín ha ido ganando en importancia dentro de la moda alemana. La marca Kaviar Gauche lo sabe muy bien. Hace diez años, las diseñadoras Johanna Kühl y Alexandra Fischer-Röhler apostaron por el glamour en una ciudad que, hasta hace poco, se inclinaba más hacia la moda urbana que hacia el lujo. Hoy, Kaviar Gauche se considera un emblema berlinés que vende en todo el mundo.
Kaviar Gauche

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Kaviar Gauche By Adolfo Vásquez Rocca

DW FASHION: KAVIAR GAUCHE _ DEL LUJO HIPERMODERNO AL IMPERIO DE LO EFÍMERO; LA MODA EN LA POSMODERNIDAD SEGÚN LIPOVETSKY _ DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA




EL LUJO HIPERMODERNO Y EL IMPERIO DE LO EFÍMERO: LA MODA EN LA POSMODERNIDAD SEGÚN G. LIPOVETSKY DW




FILOSOFÍA FRANCESA: LIPOVETSKY, LA MODA, DEL LUJO ETERNO AL IMPERIO DE LO EFÍMERO
DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA 
I.-

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https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhf5m2ZzR6ICBTT-W6aybRoFw_wLcCCvyywmpGoKv5q4boODYzmLOzylP8gDJwHRK3HdKa2eH3FiJ_rkouXUypMH5f3omlEYqOgzHbi9lnGgpuoKhavuvzc2NuglpDyEoc2toAJTUO9Pv7T/s1600/mex-msemanal698-049.jpeg

Gilles Lipovetsky por Adolfo Vásquez Roca PH.D. Filosofía contemporánea

1.- En las tiendas por departamentos se banaliza el acceso al lujo y lo desmitifica. Para ello, qué mejor que los franceses para crear el consuelo mágico del prêt à porter. Los grandes almacenes ofrecen una ilustración a gran escala de ese semilujo democrático. Al bajar los precios, los grandes almacenes consiguieron ‘democratizar al lujo’, más exactamente, transformar ciertos tipos de bienes antaño reservados a las élites acaudaladas en artículos de consumo corriente, promover el acto de compra de objetos suntuarios. El siglo XX
tiene como vector la vida cruza por la aspiración al lujo. 
Lipovetsky recuerda que lo superfluo y la apariencia han sido temas estudiados desde Platón a Polibio, de Epicuro a Epicteto, de San Agustín a Rousseau, de Lutero a Calvino, de Mandeville a Voltaire, de Veblen a Mauss. 
El lujo eterno. De la era de lo sagrado al tiempo de las marcas, se convierte en un libro indispensable para coser los tiempos de la posmodernidad con los nihilistas.

2.- en Lujo eterno, lujo emocional, el francés Gilles Lipovetsky reitera algunos de los argumentos que le valieron la calificación de intérprete privilegiado de la posmodernidad. Vivimos una época, visible desde los años ‘70, en la que han perdido importancia tanto los ideales puritanos como los contestatarios. El individualismo, el narcisismo extremo, el hedonismo sin culpa, se han vuelto dominantes en nuestra cultura. Esa dinámica individualista ayuda a incrementar nuestra propia autonomía, nos emancipa de las antiguas obligaciones de pertenencia y erosiona la autoridad de las normas colectivas. Un proceso de desinstitucionalización que se extiende a todas las esferas –familia, sexualidad, moda, religión, política– y a la que tampoco escapa el consumo de artículos suntuarios.
Ahora que el lujo tiende a democratizarse en la competencia con los mercados de masas, Lipovetsky percibe un vínculo emocional en el consumo de objetos caros y raros. Afirmación subjetivista de nuestro derecho a la felicidad, basado en nuestra libre disposición como individuos más que en cualquier imposición social externa; el lujo ya no puede ser interpretado como mero signo de status o de clase.
Resulta paradójico que en el momento mismo en que la posmodernidad nos concede la libertad y la felicidad tan añoradas por los modernos, ambas se restrinjan al exclusivo ámbito del consumo. Y aún peor, al exclusivísimo, mal que le pese al propio autor, consumo de bienes lujosos. Una tenue democracia del gusto donde el libre albedrío se convierte en inofensivo porque las elecciones en el mercado llevan siempre impreso el sello de lo transitorio.
No obstante, la argumentación de Lipovetsky añade otra vuelta de tuerca. Al rastrear la historia de los consumos suntuarios descubre dos lógicas superpuestas que lo llevan a postular el carácter antropológico, universal, del lujo. Una es la del gasto excesivo y la ostentación, el intercambio simbólico de dádivas que caracterizaba a las civilizaciones “primitivas”, a diferencia de la acumulación de riquezas de las sociedades de clase. Con ello subestima el hecho de que también las sociedades arcaicas necesitaban asegurarse su reproducción material. La otra lógica indica cierta relación religiosa con el tiempo, la búsqueda de inmortalidad del soberano en los monumentos y los ritos fúnebres de las grandes civilizaciones antiguas.
Por eso su ensayo concluye con la postulación de un sexto sentido, no materialista, que reinscribe la ritualidad en un mundo desencantado, de consumo a ultranza. Una vocación de eternidad que se sustrae a la inconsistencia de lo efímero y sintoniza con el pensamiento mítico. Así, ese cruce entre tradición y moda que distingue a las marcas de lujo, esa apariencia de intemporalidad, vendría a ser el signo de la voluntad por trascender nuestro entorno desacralizado.
Entronización del lujo, extrañas exigencias metafísicas por parte de los consumidores y el nuevo desafío al que deben enfrentarse los encargados de la gestión de marcas suntuarias. De eso se ocupa Tiempo de lujo, tiempo de marcas, la parte del libro que corresponde a Elyette Roux. Artículo que sintoniza en todo con los imperativos de la lógica financiera de la industria de objetos suntuarios y que sólo interesará a los gerentes de marketing. Pero al menos Roux tiene la decencia de admitir aquello que Lipovetsky tiende a rechazar: que la pertenencia de una marca al universo del lujo debe ser definida por el precio de la mercancía. 


3.- Dispendio, exceso, gasto o derroche son sus lexemas homónimos característicos del consumo ostentoso (Veblen) que aquella clase ociosa practicaba frenéticamente en su afán por exhibir su rango, su patrimonio y su nula disposición para realizar trabajo alguno, hasta tal punto que determinada indumentaria suya –el zapato con tacón de aguja, el corsé– servían ante todo para impedir cualquier ejercicio físico que lo aproximara al obsceno mundo del trabajo. Tamaño derroche, que se concretaba en las diversiones costosas tales como el potlach –ceremonia de rivalidad para conseguir prestigio, haciendo grandes regalos que obligan al donatario a responder con otros de mayor valor– o el baile, han perdurado hasta nuestros días, es la gran profecía de Veblen, aunque –hay que admitirlo– se han modificado sustancialmente las formas (bodas, bautizos, pedidas de mano, puestas de largo, despedidas de soltero...).
El consumo ostentoso, parece razonable pensarlo, puede ser tildado como mínimo de superfluo. Sin embargo, en la sociedad cortesana (Norbert Elias) era necesario; necesario para el prestigio y la representación. A su vez, en tanto que parte maldita (Bataille), el derroche, el lujo auténtico exigiría el desprecio cumplido de la riqueza: un esplendor infinitamente arruinado.Del lujo, Voltaire hará una apología, Rousseau dirá que «nace del ocio y de la vanidad» y Hume destacará «un gran refinamiento en la justificación de los sentidos». Como Jano, el lujo es doble, superfluo y necesario, ostentoso y exquisito, indica la dignidad y el exceso desordenado. Tiene que ver con la exuberancia y con el sacrificio, con el regalo y con la humillación. Y con la muerte: el lujo se relaciona con el luto en las, significativamente denominadas, pompas fúnebres.Además de todo ello, hoy asistimos a lo que el economista americano Robert H. Frank 1ha llamado fiebre del lujo (Luxury fever) para designar el fenómeno creciente de consumo de bienes de lujo que, según él, ha inundado los Estados Unidos de América en los últimos años. En esta línea de atención al lujo aparece un nuevo ensayo de Lipovetsky (Lujo eterno, lujo emocional ), al que acompaña otro de Elyette Roux (Tiempo de lujo, tiempo de marcas): como se aclara en la presentación, un solo libro, dos enfoques distintos.El autor del Imperio de lo efímero se une a una lista inmensa de pensadores que, de Platón a Mauss, se han ocupado de lo superfluo, el aparentar, la disipación de las riquezas. Y lo hace porque considera que se han producido cambios cruciales en las últimas décadas en el escenario [sic] del lujo. Por ejemplo, en el año 2000, según un estudio de Eurostaf, se estimaba en noventa millardos de euros, a escala mundial, el gasto en el mercado de lujo, que suponemos se trata de una cifra muy superior a mediciones anteriores.Ello le lleva a decir que si el lujo otrora quedaba reservado a los círculos de la alta burguesía, los productos de lujo han «bajado» progresivamente a la calle. Por consiguiente, el lujo «ha estallado», ya no cabe hablar de un lujo sino de lujos, y se ha acrecentado con intensidad su visibilidad social (con el aumento del número de marcas de lujo –412 en los años noventa– se intensifica la inversión publicitaria, se da una mayor mediatización de las marcas de lujo, se multiplican las redes de distribución: nuevas tiendas «exclusivas», los corners reservados a las grandes marcas, los nuevos espacios en los no-lugares dedicados al perfume y a la belleza...).Reconoce que coexisten dos tendencias: la que banaliza el acceso al lujo y lo desmitifica, y la que reproduce su poder en ensoñación y de atracción. Ni apología ni anatema, la posible contradicción la resolveremos en el eje temporal: en la sociedad hodierna se da «una nueva cultura [sic] del lujo» que se actualiza en un culto de masas a las marcas. En su interés por facilitar datos empíricos que avalen esta tesis, que va del estrellato de los chefs y de los diseñadores de renombre, hasta la proliferación de publicaciones, no resalta suficientemente, bien que lo considere, lo que podríamos llamar actitud y atención ante la memoria, lo antiguo, las antigüedades, lo auténtico, la «exhumación». Se conforma con afirmar velozmente que se da una consagración contemporánea del lujo acompañada de una valoración inédita del pasado histórico, con un deseo posmoderno de reconciliar creación y permanencia, moda e intemporalidad.Mostradas sus premisas, hipótesis, tesis, todas ellas mezcladas y agitadas, propone un «esbozo de la historia del lujo desde [...] el paleolítico hasta nuestros días». Mas no se trata de una historia empírica, sino de una «historia de las lógicas del lujo». Para el paleolítico recurre al espléndido libro de Marshall Sahlins Edad de piedra y edad de abundancia, que ya aclaraba que incluso en una situación alimentaria deficitaria se encuentran signos de prodigalidad, de generosidad, sin hacer los cálculos que la racionalidad económica exigiría. Y de la mano de Malinowski, muestra casos como el don, la dádiva o. más concretamente, el kula, de Melanesia, regalos de objetos de valor a habitantes de islas lejanas.Para épocas más reciente da noticias con la autoridad de Viene, Elias, Veblen, Sombart, Simmel, Bourdieu, etc. Aprovecha sus trabajos anteriores sobre la moda, que con firmeza discutible la hace nacer en el siglo XIV, para encararla como derroche ostentoso, que se abre paso bajo el signo de la antitradición, de la inconstancia, de la frivolidad. Para la modernidad elige como ejemplo en la segunda mitad del siglo XIX la alta costura que impuso Charles Frederick Worth, creando una industria de lujo consagrada a la creación de modelos frecuentemente renovados y fabricados a medida de cada cliente. En la actualidad, ya no es pertinente la oposición entre modelo y serie (series deprêt-à-porter de lujo, millares de unidades de perfume de lujo, o de coches BMW...). Una nueva era del lujo supone que los grandes grupos manejan un colosal volumen de negocios, que cotizan en bolsa. Después de un largo ciclo, «ha llegado la hora del lujo de marketing centrado en la demanda y en la lógica del mercado».Cabe perfectamente la posibilidad de que coexistan gastos ruinosos, despilfarros con compras «económicas», lo que le autoriza a diagnosticar que el consumo de lujo se encuentra en vías de desinstitucionalización, y eso sucede, según parece, con la aparición de un individualismo desregulado, opcional, denominado «neoindividualismo», donde es el propio individuo y su cuerpo la medida del lujo. El lujo entraría en una fase de democratización, seguido más por criterios individuales que por obligación social, lo que implica a su vez una relación más afectiva, más sensible, justamente un lujo más emocional. Y para no dejar nada suelto, en esa semiorragia del lujo aparecen nuevos signos transgresores en las pasarelas o en los deportes de altísimo riesgo. Y para concluir con un ejemplo extraterrestre, se nos cuenta que Denis Tito, primer turista espacial de la historia, gastó más de veintidós millones de euros por una semana a bordo de la estación espacial internacional.El segundo ensayo de Elyette Roux, Tiempo de lujo, tiempo de marcas, atiende con las mismas hipótesis almarketing y a las marcas 2. Se podría decir que el lujo es un componente importante en lo que actualmente en semiótica se denomina estilos de vida. Ya no cabe reducir el lujo al objeto; se da un encuentro entre el objeto y la subjetividad íntima y profunda de aquel que lo reconoce. En ese sentido, el lujo remite al placer, al refinamiento, a la perfección, así como a la rareza y a la apreciación costosa de aquello que existe sin necesidad, lo que procura una articulación ética y estética (en su perspectiva semiótica se trata de un nopoder sobre el mundo, donde se pasa de la ostentación a la emoción y donde se produce una exaltación del universo de lo sensible, donde actúan todos los sentidos, como por ejemplo: «Kenzo huele a bello») 3.Si en los años ochenta el consumo de lujo se hacía «cueste lo que cueste» y en la década de los noventa no se quería comprar a cualquier precio, en la década actual se supeditan las afinidades e identificaciones afectivas a las marcas con que se encuentra afinidad. Tamaña transformación supone un tránsito del producto (a veces sólo nacional) a la marca que posee o debe poseer un estilo inimitable mundialmente reconocido.Si Walter Benjamin consideraba la moda como el eterno retorno de lo nuevo, podemos sostener, también con este libro, que se da un eterno retorno del lujo. Y que podría seguir vigente aquel anhelo de Baudelaire cuando se refería a la Modernidad: «Luxe, calme et volupté».

Filosofía Francesa Adolfo Vásquez Rocca French Theory

Dr. Adolfo Vásquez Rocca. 



II.- 

1.- Gilles Lipovetsky ha inaugurando recientemente en Madrid el Programa Superior de Dirección y Gestión Estratégica del Universo del Lujo, que se imparte en el Instituto de Empresa, con la conferencia magistral “El lujo hipermoderno, entre marca y emoción”. Lipovetsky, filósofo-sociólogo, francés ha publicado más de una decena de libros que tratan sobre el lujo, el consumo y los modos de vida contemporáneos. Algunos de ellos son muy conocidos y de obligada lectura en las universidades y escuelas de moda, como por ejemplo El Lujo EternoAutor también de La era del vacio, El occidente globalizado, El imperio de lo efímero yLa sociedad de la decepción, entre otros. Uno de los ejes de la conferencia de Gilles Lipovetsky fue “la demanda del lujo”: hemos pasado de un lujo singular, sólo alcanzable para unos pocos, a un lujo plural. Hay diferentes tipos de lujos: el Tradicional (Rolls Royce, yates, palacios…), el Intermedio (grandes marcas de lujo se pasan al prêt-à-porter),el Asequible (como son los perfumes, productos  premium como el café Nespresso…). Según Lipovetsky, no hay una definición de lo que es el lujo, porque para cada persona es diferente. Para algunos, una compra de lujo, es una demostración de posición, de status, que sirve para atraer la admiración de los demás, no es  por necesidad. Otras personas necesitan el lujo porque compran bienestar, quieren tener la experiencia emocional de vivirlo y disfrutarlo, como es el caso de hoteles de lujo, transporte aéreo VIP, etc.

2.-Evento Luxury Forum: organizado por la Revista Life & Style de editorial Expansión, Lipovetsky compartió sus apreciaciones sobre el universo del lujo: cómo que se ha diferenciado,  diversificado y transformado.Inició su conferencia sobre lo que define como una  transformación global del hiper lujo “vivimos una transformación global a lo que refiere a la oferta de los bienes. Hemos pasado de El lujo a los lujos”.¿Qué es tradicionalmente  el lujo? Cosas muy caras que están reservadas sólo a personas de muy alto poder adquisitivo: los castillos,  las cuadras de caballos, las piedras preciosas, estos eran habitualmente los referentes. Sin embargo ahora vivimos en un tiempo donde el lujo se produce al interior de las marcas. Esa es la razón por la que podemos hablar de un lujo inaccesible, un lujo semi accesible y un lujo accesible. “Es una situación nueva que ahora podamos comprar un perfume Chanel de setenta dólares y que al mismo tiempo exista un vestido Chanel que cueste decenas de miles de dólares”.Tenemos ahora un universo completamente diferenciado y diversificado porque además la forma misma de cómo hablamos del lujo se ha transformado.El filósofo nos dice que la percepción del lujo cambia dependiendo de cada individuo, para algunos tienen definiciones más convencionales, como poseer un collar de diamantes, pero hay quien dice: para mí un lujo es tomarme mi tiempo e ir a una playa desierta…  “Tenemos, por lo tanto, una explosión de posibilidades de lujo que antes estaba completamente regulado. Eso es verdadero para las conciencias y los productos. Hay gente que dice que eso no es verdadero lujo. Lo que significa que ya no hay unanimidad con el significado de lujo. La situación es muy nueva. Nunca se había verificado en la historia de la humanidad. Esta es la primera característica de esta revolución hipermoderna”.El lujo se empezó a construir -explica Lipovetsky-  a partir de pequeñas casas:  LV,  Hermés, Chanel, pequeñas casa talleres artesanales. Uno o dos productos emblemáticos. El caso de LV es respresentativo: hacía maletas de viaje; igual que Hermés se dedicaba a las sillas de montar. Ahora uno va a una tienda LV y encuentra de todo.  Armani tiene hoteles creando, en lo que marketing se refiere a una, extensión  de la marca. Eso explica la impresionante expansión de lujo, cuya facturas han aumentado considerablemente. Estas marcas crean universos de vida ya no se compra un producto Armani, sino un estilo de vida Armani.Otro rasgo del lujo hipermoderno es el paso a un lujo mercadológico.  Cuando hablamos con las grandes casa de lujo antes había un desprecio por la mercadotecnia. “Nosotros hacemos producciones de excepción, de ensueño, de arte. La mercadotecnia y publicidad no es asunto nuestro” -decían las grandes marcas. El problema es que en la realidad no sucede eso. Hace 20 o 30 años vienen absorbiendo las técnicas de la mercadotecnia y el lujo funciona cada vez más como los mercados masivos. La innovación sistemática hace 30 años las marcas de lujo lanzaban un perfume cada siete años en promedio. Hoy casi cada año lanzan uno.La lógica de la moda terminó por casarse con las marcas de lujo. Cuando hablamos con los responsables del marketing internacional de estas grandes marcas y se les pregunta “¿Van a lanzar próximamente su versión de Chanel no. 5?”, en el sentido de fragancias “eternas”.  La respuesta es – “¡No! Si alguna aguanta dos años bien nos va… “- Actualmente hay 800 lanzamientos de perfumes al año, haciendo que las marcas de lujo tengan un compromiso de innovación permanente.

3.-Cuando hablamos de lujo, podemos no sólo referirnos al sector lujo dentro de la moda, ya que hay un “sector del lujo” en casi cualquier cosa, desde el sector del automóvil, diseño de interiores o prácticamente cualquier plano de la vida que se nos ocurra. Pero si es verdad que el lujo dentro de la moda, encarnado en la figura del “Diseñador de Alta Costura” y de las grandes marcas de prestigio como Chanel o Louis Vuitton, y es un sector amplio en su capacidad de estudio, además de estar prácticamente en continua expansión pese al momento de recesión económica que se vive a nivel mundial.Lo que hoy os traemos a esta sección de Triángulo Magazine es el libro “El lujo eterno: De la era de lo sagrado al tiempo de las marcas”, escrito por el filósofo francés Gilles Lipovetsky, del cual ya hemos hablado anteriormente y del cual somos realmente devotas en Triángulo Magazine; y la experta en Marketing, también francesa, Elyette Roux.Lo que se nos propone en esta obra, dividida en dos partes que no tienen comunicación pero que de alguna manera son co-dependientes la una de la otra (el subtítulo del libro nos da la pista de esto), son dos estudios completamente diferentes en cuanto su enfoque, sobre la historia y la trayectoria del lujo y de sus marcas.Podríamos considerarlo un libro de cuasi reciente edición, a pesar de que fue publicado en el año 2004, y en realidad en un mundo como el de la moda, diez años son prácticamente como cien, pero considero que es un libro que no ha perdido su vigencia, y aunque sobre todo su segunda parte pueda ser ampliada con estudios de mercado más reciente, sigue siendo un gran estudio tanto histórico como económico del sector del lujo.Con apenas 220 páginas y con un contenido ameno y fácil de leer ya que no contiene ningún contenido demasiado denso ni complicado de digerir, nos sumerge en el complicado sector del lujo y sus marcas y grupos más trascendentes, así como en su origen histórico y antropológico.La primera parte de esta obra, que es la perteneciente al filósofo Lipovetsky, titulada “Lujo eterno, lujo emocional”, que constituye más o menos la mitad del libro en su totalidad; es un estudio social, histórico y antropológico del lujo. Lo que pretende el filósofo francés esdesenmarañar y comprender los cuándos, cómos, dóndes y porqués del origen del lujo, no tanto como marca ni como sector de la economía, sino como parte más o menos considerada intrínseca del ser humano desde los orígenes de la sociedad moderna (o quizá desde los orígenes más remotos de la humanidad).Apoyado en varios estudios de carácter sociológico y antropológico, Lipovetsky propone interesantes teorías que desde aquí no queremos destriparos, para que cojáis este libro, si os interesa, con la atención que se merece.Desarrolla el concepto de lujo desde la era premoderna, donde el lujo nace relacionado no tanto con la excedencia material y el gasto que significa ahora, sino más unido a la espiritualidad y a la magia de los objetos en sí, además de la calidad de los vínculos sociales.Habla también del concepto “gastos de prestigio” y “sociología de la distinción” (con una clara inspiración bourdiana) como instrumentos y maneras de gestionar el lujo antes del siglo XIV, donde Lipovetsky marca un antes y un después donde aparecen dos grandes sectores asociados con el lujo: Las antigüedades y la moda.Al hablarnos del lujo en una sociedad moderna (y seguidamente posmoderna), Lipovetsky nos habla de la figura del modisto a principios del siglo XX como la encarnación del lujo, pero al hablar de la posmodernidad, que define como un “vivir para sí”, el filósofo francés afirma: “La era posmoderna es el teatro de una democratización de los deseos y de las compras de lujo.”Termina su parte de esta obra con una interesante apreciación sobre la feminización del lujo, y finaliza, más o menos a modo de conclusión porque de lo que nos habla Lipovestky es como aún hay mucho campo del que trabajar sobre el sector del lujo; es de como en realidad las actitudes para con el lujo, incluso en esta era posmoderna, siguen teniendo que ver con el prestigio y la posición social.La segunda parte del libro, llevado a cabo por Elyette Roux, corresponde un giro de 180º grados respecto a la parte de Lipovestky. Dejando de lado las apreciaciones históricas del lujo, la autora francesa se mete de lleno en el estudio y la evolución del lujo como un sector más del mercado.Esta es una parte mucho más cuantificada que la primera, con datos estadísticos y números respecto a las grandes marcas y corporaciones del sector del lujo, como el grupo LVMH (LVMH Moët Hennessy o Louis Vuitton Moët Hennessy).Establece, por ejemplo, una diferencia entre las actitudes de los compradores del sector del lujo en los años 80 y 90, afirmando que durante la época de los 80, siguiendo esa dinámica de alguna manera de ostentación y exceso en casi cualquier ámbito, el comprador de lujo era menos exigente y de alguna manera el lujo se pagaba a cualquier precio. Pero la década de los 90 provoca un cambio de actitud en el consumidor donde ya no le vale cualquier cosa simplemente porque provenga de una marca de lujo y empieza a hacer un consumo mucho más discreto y selectivo.Elabora el concepto de “marketing-mix”, donde las marcas de lujo se dan cuenta de la importancia que tiene la imagen de la marca y de cómo dicha imagen puede ser continuada o descontinuada según los dirigentes que estén tras ellas, o las “ganas” de reinventarse o de hacer un lavado de cara de la imagen de la marca. (Cómo por ejemplo, Hedi Slimane y su reconversión de Yves Saint-Laurent, cambiando incluso el nombre).Aunque no sea un campo exclusivo de la moda, el lujo forma parte del mundo de la moda prácticamente desde sus orígenes cuando entra en el mercado y este es un libro realmente interesante y rico en contenidos y teorías que ayudan a entender y a aproximarse al sector del lujo desde dos perspectivas distintas pero complementarias, que acaban por ser una visión holística del lujo.

Fuente:

El lujo eterno de Gilles Lipovetsky y Elyette Roux






URBAN STYLE - MODA ALEMANA – BERLÍN: Kaviar GaucheBerlín es moda Dr. Adolfo Vásquez Rocca




- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo,  LA MODA EN LA POSTMODERNIDAD. DECONSTRUCCIÓN DEL FENÓMENO "FASHION"; En NÓMADAS. 11 | Enero-Junio.2005. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.
http://www.ucm.es/info/nomadas/11/avrocca2.htm




ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA (R), Milán - 2012 - Style ID http://www.danoex.net/adolfovasquezrocca-publicaciones.html
Vásquez Rocca, Adolfo,  La moda en la postmodernidad. Deconstrucción del fenómeno “fashion”; En NÓMADAS. 11 | Enero-Junio.2005. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.
http://www.ucm.es/info/nomadas/11/avrocca2.htm

 Style: The German designer duo Kaviar Gauche By Adolfo Vásquez Rocca DEL LUJO HIPERMODERNO AL IMPERIO DE LO EFÍMERO  http://tmblr.co/ZYvrPs1aV4lsN

ADOLFO V. ROCCA (R), Milán - 2012 - Style ID ROCCA S.A.


FILOSOFÍA FRANCESA: LIPOVETSKY _ 'EL LUJO ETERNO, DE LA ERA DE LO SAGRADO AL TIEMPO DE LAS MARCAS' _ POR ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D


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Euronews le mag - La semana de la Moda de Berlín más joven que nunca

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Euronews le mag - La semana de la Moda de Berlín más joven que nunca

Die Kaviar Gauche Fischer-Roehler & Kühl GmbH, kurz Kaviar Gauche, ist ein deutsches Modehaus mit Sitz in Berlin. Es wurde 2004 von den Designerinnen Alexandra Fischer-Roehler und Johanna Kühl gegründet. Es zählt zu den erfolgreichsten und international bekanntesten jungen deutschen Modelabels, das u. a. durch die Berlin Fashion Week bekannt wurde



Alexandra Fischer-Roehler und Johanna Kühl lernten sich während des Modedesignstudiums an der Internationalen Hochschule für Mode ESMOD in Berlin kennen. Fischer-Roehlers Abschluss-Kollektion wurde mit einer Präsentation beim „Moet & Chandon Fashion Debut“ 2003 gewürdigt. Kühl machte ihre ersten praktischen Erfahrungen bei Vivienne Westwood in London und assistierte anschließend bei Martine Sitbon in Paris. Um ihre erste gemeinsame Kollektion zu präsentieren, mieteten sie in Paris ein Appartement gegenüber der Boutique Colette auf der Rue Saint-Honoré und veranstalteten 2003 parallel zur Fashion Week eine so genannte Guerilla-Modenschau in den gemieteten Räumen. Damit machten sie die Chefeinkäuferin und Trendscout der amerikanischen Bekleidungskette Barneys New York auf sich aufmerksam. Mit der Namensgebung ihres Labels zitieren die Gründerinnen die „gauche caviar“, so nannte Jean-Paul Sartre den französischen Jetset, der sich gelangweilt vom Luxusleben den Ideen der 68er-Bewegung zuwandte. „Der Name Kaviar Gauche gibt unsere stilistische Gesinnung wieder: Luxus mit einem Hauch von Rebellion und Laissez-faire.“ (Johanna Kühl)
Ihre Mode, die sie in den ersten Jahren in einer Zwei-Zimmerwohnung in Ostberlin kreierten, fand zunächst im Ausland Anerkennung. So wurden sie bereits im September 2006 mit dem „Visionary Award“ in London ausgezeichnet. Im Anschluss daran folgte die Nominierung für den prestigereichen „Swiss Textile Award“ in Zürich. Mit dem Gewinn des "New Generation Fashion Award" auf der Berlin Fashion Week 2007 gelang ihnen der nationale Durchbruch. Das Magazin „Stern“ wählte das Duo Kaviar Gauche unter die „10 wichtigsten Deutschen Modedesigner“.
Seit Januar 2009 präsentiert das Kaviar-Gauche-Duo seine Kollektionen regelmäßig im Rahmen der Berlin Fashion Week.[10][11] Im Frühjahr 2009 zeigte es seine Prêt-à-porter-Kollektion auf der Fashion Week in London, im März 2013 erstmals in Paris.

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STIL

Die Mode von Kaviar Gauche steht für Luxus Made in Germany und avantgardistisches Design.
Alexandra Fischer-Roehler und Johanna Kühl bezeichnen den Kaviar-Gauche-Stil als „modernen Glamour“. Für ihre Sommerkollektion 2009 zum Beispiel ließen sie sich von der Tänzerin und Femme fatale Mata Hari inspirieren, die zu Beginn des 20. Jahrhunderts das Pariser Nachtleben bereicherte. Sie kombinierten den orientalischen Look Mata Haris mit modernen westlichen Komponenten. Dabei entstanden fließende Kleider aus mehrlagigen transparenten Chiffons in Weiß, Schwarz und Beige, für die Kaviar Gauche bekannt ist.[4]

Kundinnen
Abendkleider von Kaviar Gauche werden von Schauspielerinnen und Topmodels getragen, unter anderem von Heike Makatsch, Marie Bäumer und Nadja Auermann, die seit Anfang an zum festen Kundenstamm zählen.[6] Für die Berlinale 2013 stattete Kaviar Gauche die Schauspielerin Nora von Waldstätten aus.[18]
Neben der Bekleidungskollektion ist Kaviar Gauche auch mit Taschen erfolgreich, die von internationalen Filmstars, wie Charlize Theron und Brittany Murphy getragen werden.[10] Zu den Klassikern zählt die kreisrunde Lamella Bag.[4][19]

Brautmode
In Anlehnung an die glamourösen Looks auf dem Roten Teppich der internationalen Filmfestspiele entwirft und produziert Kaviar Gauche seit Januar 2009 die Hochzeits-Linie „Bridal Couture“.[20] Diese wurde im Juli 2009 zum ersten Mal im Rahmen der Fashion Week Berlin auf dem Laufsteg präsentiert.[8][21] Im März 2014 wurde die Bridal Couture Kollektion in der Fernsehsendung Germany’s Next Topmodel präsentiert.[22]

Kooperationen
In den vergangenen Jahren ist Kaviar Gauche verschiedene Kooperationen eingegangen. Für das Traditionsschuhhaus Görtz entwarf Kaviar Gauche insgesamt drei Schuhkollektionen.[23] Neben der Zusammenarbeit mit Karstadt, Dr. Hauschka und Swarovski Elements brachte Kaviar Gauche mit Sony Deutschland limitierte Kamerataschen und Tablettaschen auf den Markt. 2012 entwarfen Alexandra Fischer-Roehler und Johanna Kühl exklusiv eine Kollektion für den Online-Versandhändler Zalando.[24][25] Im März 2013 folgte eine weitere Kollektion für ’Zalando Collection’.[8]
Shops
Kaviar Gauche wird in Boutiquen in zehn Ländern verkauft, darunter in Paris in den Galeries Lafayette, in Rom, London, New York, Zürich, Tokyo, Toronto und Dubai. Im Mai 2010 eröffnete Kaviar Gauche den ersten eigenen Flagship Store in Berlin. Im April 2013 folgte ein weiterer in München.

Fashion blogs, whose relevance and significance are increasing, are bringing a fresh wind into the scene. Highly active, quick to react and frequently unconventional, German blogs such as LesMads, Modepilot, Stilinberlin or Styleclicker present trends and themes. A steadily growing constituency bears witness to their popularity.
My completely personal assessment is that Germany can become an international trendsetter only if the Germans identify with their fashion and conceive of it as a form of expression and a cultural asset. But it must also be said that there are enough counterexamples of stylishly dressed Germans to offset their compatriots in tennis socks and sandals. Maybe this image will be modified through the growing number of fashion blogs,“ is Kirsten Rahmann’s view.
Franziska Horn
has a university diploma as a designer and writes as a specialised journalist focusing on the fields of design and modern life.
Kaviar Gauche is an award-winning label based in Berlin. The designers, Alexandra Fischer-Roehler and Johanna Kühl, both graduated in fashion design from Esmod before going on to found their ready-to-wear and accessories label in 2004. The line’s signature fuses dynamic cuts and patchwork with fluid feminine accents first realised in the Lamella bag.
Celebrated for an effortlessly chic aesthetic the label enjoys a passionate Berlin-powered hype and a loyal following of devotees with high profile fans including Heike Makatsch, Florence Welch and Rosie Huntington-Whitely.
The hand-made pieces are directional yet consistently elegant working with couture detailing and luxury fabrics. Design details are anchored in shapes and forms found in nature and are applied to both the accessories and clothes. A sense of cool seduction and modern glamour is achieved in the interplay of texture, transparency and volumes.
Long a favourite on the red carpet and spurred by the success of the striking cocktail dresses and sultry gowns Kaviar Gauche developed a bridal couture collection designing from the whimsical to the graceful.
                                      Kaviar Gauche By Adolfo Vásquez Rocca
                                                                      

URBAN STYLE AND DESIGN - FASHION: MODA ALEMANA, KAVIAR GAUCHE, BERLÍN CAPITAL DE LA MODA _ DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA

                               
Kaviar Gauche is regularly featured in Vogue, Elle, Interview, and Purple etc.
Translation: Adolfo Vásquez Rocca
Goethe-Institut
KAVIAR GAUCHE BERLIN
Linienstrasse 44
10119 Berlin
Germany
Tel: +49 30 28873562
Monday – Saturday

- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo,  LA MODA EN LA POSTMODERNIDAD. DECONSTRUCCIÓN DEL FENÓMENO "FASHION"; En NÓMADAS. 11 | Enero-Junio.2005. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.
http://www.ucm.es/info/nomadas/11/avrocca2.htm
-Vásquez Rocca, Adolfo, “La moda en la posmodernidad. Deconstrucción del fenómeno 'Fashion'”, Reedición ampliada En REVISTA DE DISEÑO URBANO Y PAISAJE, Universidad Central de Chile, Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Paisaje, FAUP, ISSN 0717- 9758, Volumen IV, Nº 11,  2007

- Vásquez Rocca, Adolfo, "La moda nella postmodernità", Traduzione di Cristina Finazzi, en Modalogía, Filosofía della moda, Italia, febrero 2009.
http://www.modalogia.it/modapos.pdf
- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo,  "LA MODA EN LA POSTMODERNIDAD. DECONSTRUCCIÓN DEL FENÓMENO FASHION", En Enfocarte.com, Nº 26, Publicación Patrocinada por la Secretaría de Cultura Gobierno de Buenos Aires.


 KAVIAR GAUCHE, BERLÍN CAPITAL DE LA MODA

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- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo,  LA MODA EN LA POSTMODERNIDAD. DECONSTRUCCIÓN DEL FENÓMENO "FASHION"; En NÓMADAS. 11 | Enero-Junio.2005. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.
http://www.ucm.es/info/nomadas/11/avrocca2.htm
  


 Kaviar Gauche By Adolfo Vásquez Rocca


Kaviar Gauche – un label entre luxe et rébellion
Ce n’est pas seulement le nom de l’enseigne de mode « Kaviar Gauche » qui fait penser immédiatement à la France, mais le label doit aussi au pays voisin son mythe fondateur : en 2004, « Kaviar Gauche » a lancé parallèlement à la Fashion Week de Paris un « défilé Guérilla » qui l’a rendu célèbre du jour au lendemain. Neuf ans après cette performance, les deux créatrices du label ont pu faire découvrir en mars 2013 à Paris, très officiellement cette fois, leur nouvelle collection dans le cadre de la Fashion Week.

La « gauche caviar », c’est ainsi qu’on appela cette partie de la jet set française qui flirta avec les idées de mai 1968. Le concept est difficile à traduire en allemand : «
Champagnersozialisten », pourrait-on éventuellement dire. Johanna Kühl et Alexandra Fischer-Roehler, les deux femmes qui se cachent derrière le label Kaviar Gauche, trouvent surtout passionnant le paradoxe que contient cette expression. « Le nom de Kaviar Gauche reflète nos choix en matière de style : du luxe, avec un soupçon de rébellion et de laissez-faire », explique Johanna Kühl, l’une des deux créatrices.

Kaviar Gauche – une success story franco-allemande


Mais à côté de ce nom, c’est aussi la formation des deux stylistes qui est en lien avec la France. Johanna Kühl et sa partenaire Alexandra Fischer-Roehler se sont connues au sein de la célèbre ESMOD, l’université de la mode à Berlin, l’une des antennes de l’École supérieure des arts et techniques de la mode (ESMOD) à l’étranger. Les origines de cet établissement sont à Paris. En effet, c’est là que le tailleur Alexis Lavigne, fournisseur à la Cour, inventa au milieu du XIXe siècle non seulement le mannequin de tailleur et le mètre-ruban, mais aussi l’ancêtre de l’ESMOD. Aujourd’hui, on trouve des antennes de l’École dans le monde entier : à Berlin, Oslo, Istanbul ou même Tokyo.

Peu après la fin de leurs études (J. Kühl avait déjà acquis des expériences chez Martine Sitbon à Paris), les deux stylistes ont fondé leur propre label. Kaviar Gauche fut assez vite connu dans le monde entier et il est aujourd’hui porté par des stars internationales comme le top-modèle Nadja Auermann ou Florence Welch, la chanteuse du groupe Florence + the Machine.

Le défilé de mode baptisé « Guérilla », que Johanna Kühl et Alexandra Fischer-Roehler ont organisé en 2004 en parallèle de la Fashion Week à Paris, a contribué à leur succès. « Nous n’oserions certainement plus faire cela aujourd’hui », dit J. Kühl. Elle travaillait encore à ce moment-là comme top-modèle et avait convaincu quelques-unes de ses collègues de la Fashion Week de participer à son propre défilé. Sans avoir fait aucune annonce, elles présentèrent leur collection chez Colette, le concept store déjà très branché à l’époque, et cet événement est devenu leur mythe fondateur.

Implantation du label en Allemagne

Entre-temps, Kaviar Gauche s’est aussi durablement établi en Allemagne. Cela n’a pas été facile du tout. « Les deux premières années, nous n’avons presque rien vendu en Allemagne », déclare J. Kühl. La femme allemande qui porte des vêtements pratiques plutôt que des vêtements chics : le cliché se confirme quand même un peu…

Quelques coopérations avec des entreprises allemandes comme Karstadt ou le site en ligne Zalando contribuèrent à leur implantation sur le marché allemand. Après leur magasin phare à Berlin, les deux stylistes ont ouvert cette année une boutique à Munich. Avec la marque de produits cosmétiques bio Dr. Hauschka, elles se sont engagées dès 2007 pour la bonne cause en créant un sac essentiellement fabriqué selon des critères écologiques. « Nous préférerions produire toutes nos collections en fonction de ce principe », se laisse à rêver la créatrice Johanna Kühl. Mais souvent les matériaux ne sont pas encore suffisamment développés pour pouvoir les utiliser dans la qualité souhaitée. C’est notamment le cas du cuir – l’un des matériaux préférés de nos deux stylistes – pour lequel il faut encore compter avec beaucoup trop de chutes. Si elles trouvaient le bon partenaire, elles pourraient tout à fait s’imaginer la production d’une mode durable. Pour l’heure c’est néanmoins le principe de qualité qui passe au premier plan. « Par exemple, nos robes de mariée sont réalisées de A à Z par un atelier de couture berlinois. » Les modèles en cuir découpé au laser qui caractérisent leur collection automne-hiver ont aussi été exécutés à Berlin. « Le cuir est un matériau très séduisant », dit avec enthousiasme J. Kühl. Elles utilisent toutes deux volontiers dans leur travail les contrastes et aiment associer par exemple le cuir à la soie. Des motifs floraux dominent les modèles en cuir de la nouvelle collection et, pour les couleurs, un noir assez dur va notamment contraster avec un beige « Cotton Candy ».

Malgré le succès remporté en Allemagne, elles savent à quel point le marché international est important pour elles. Bien que l’atmosphère de la mode internationale ait fait son entrée dans la capitale allemande avec la Fashion Week Mercedes-Benz et le salon de la mode Bread & Butter, Paris demeure avec Londres et Milan l’une des capitales européennes de la mode. « Paris vit la mode », résume J. Kühl. Près de 10 ans après leur „Action Guérilla“, les deux
créatrices ont présenté très officiellement leur collection lors de leur premier défilé qui a eu lieu au printemps 2013 pendant la semaine de la mode à Paris. Leur impression après celui-ci : « épatante ! »
Karin Kutter
est auteur freelance pour des médias allemands et franco-allemands à Berlin.

Copyright: Goethe-Institut Paris
Septembre 2013 - 2014

Traduction : Adolfo Vásquez Rocca

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Adolfo Vasquez Rocca - Universidad Complutense de Madrid
DW FASHION: KAVIAR GAUCHE _ DEL LUJO HIPERMODERNO AL IMPERIO DE LO EFÍMERO; LA MODA EN LA POSMODERNIDAD SEGÚN LIPOVETSKY _ DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA




ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA (R), Milán - 2012 - Style ID http://www.danoex.net/adolfovasquezrocca-publicaciones.html
Vásquez Rocca, Adolfo,  “La moda en la postmodernidad. Deconstrucción del fenómeno fashion”, En Enfocarte.com, Nº 26, Publicación Patrocinada por la Secretaría de Cultura Gobierno de Buenos Aires.http://www.enfocarte.com/5.26/moda.html
VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo, "ANDY WARHOL; «MI FILOSOFÍA DE A A LA B Y DE B A LA A» Y DIARIOS", en Chile país de Diseño, nov, 2010; Originalmente en  Revista Almiar, MARGEN CERO, MADRID, Nº 36 - noviembre de 2007 - Margen Cero © , Fundadora de la Asociación de Revistas Culturales de España, ISSN 1695-4807
http://www.margencero.com/articulos/articulos_taber/andy_warhol.html



URBAN STYLE - FASHION: KAVIAR GAUCHE, BERLÍN CAPITAL DE LA MODA _ DW EUROMAXX DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA


Gilles Lipovetsky ha inaugurando recientemente en Madrid el Programa Superior de Dirección y Gestión Estratégica del Universo del Lujo, que se imparte en el Instituto de Empresa, con la conferencia magistral “El lujo hipermoderno, entre marca y emoción”. 
Lipovetsky, filósofo-sociólogo, francés ha publicado más de una decena de libros que tratan sobre el lujo, el consumo y los modos de vida contemporáneos. Algunos de ellos son muy conocidos y de obligada lectura en las universidades y escuelas de moda, como por ejemplo El Lujo EternoAutor también de La era del vacio, El occidente globalizado, El imperio de lo efímero yLa sociedad de la decepción, entre otros. Uno de los ejes de la conferencia de Gilles Lipovetsky fue “la demanda del lujo”: hemos pasado de un lujo singular, sólo alcanzable para unos pocos, a un lujo plural. Hay diferentes tipos de lujos: el Tradicional (Rolls Royce, yates, palacios…), el Intermedio (grandes marcas de lujo se pasan al prêt-à-porter),el Asequible (como son los perfumes, productos  premium como el café Nespresso…). Según Lipovetsky, no hay una definición de lo que es el lujo, porque para cada persona es diferente. Para algunos, una compra de lujo, es una demostración de posición, de status, que sirve para atraer la admiración de los demás, no es  por necesidad. Otras personas necesitan el lujo porque compran bienestar, quieren tener la experiencia emocional de vivirlo y disfrutarlo, como es el caso de hoteles de lujo, transporte aéreo VIP, etc.




Adolfo Vasquez Rocca -Doctor en Filosofía Contemporánea  Universidad Complutense de Madrid
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- VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo,  LA MODA EN LA POSTMODERNIDAD. DECONSTRUCCIÓN DEL FENÓMENO "FASHION"; En NÓMADAS. 11 | Enero-Junio.2005. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.
http://www.ucm.es/info/nomadas/11/avrocca2.htm


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Fashion in Germany – The Mix Is the Secret!

Germany has still not evolved into a classic fashion nation. But with a mix of established designers and successful brands, up-and-coming young talents and Berlin as its creative epicentre, its significance as a fashion hub is growing.
Designers like Jil Sander, Karl Lagerfeld and Wolfgang Joop have pioneered the way that is now being continued by Michalsky and Co. But not only well-known designers are gaining international recognition. Top-quality brands like Boss and Strenesse as well as mainstream labels like Gerry Weber are also attracting attention,“ says Kirsten Rahmann of the German Textile and Fashion Confederation (Gesamtverband der deutschen Textil- und Modeindustrie).

National and international success
Lea Gross, Vogue Germany’s fashion editor, describes the current situation similarly, and in addition to established fashion brands, points to more recent labels such as Lala Berlin and René Storck that are also very successful both nationally and internationally. “And we are also seeing a lot of entrepreneurial and creative potential with a few of the newcomers. And furthermore, Germany is a significant selling market for international fashion brands.”
To reach an even wider international audience, many next-generation German designers aim to show their collections in Milan, London or Paris. Their role-models are Markus Lupfer, John Ribbe, Lutz Hülle, Bernhard Willhelm or Stephan Schneider, who have already positioned themselves in London, Paris or Antwerp and also work there.

Apart from them, a few German designers are the creative directors of international brands, among them Tomas Maier for the Italian label Bottega Veneta, or Dirk Schönberger for the Sport Style Division of Adidas, to say nothing of Karl Lagerfeld, who, in addition to his own brand, is also in charge of design at Chanel and Fendi.

Concentrated creativity
Fashion is being created in many locations in Germany. “There is a concentration of fashion and textile designers in certain cities – we can see this based on our members: Düsseldorf-Cologne, the cities of Munich, Berlin and Hamburg, as well as the overall region of Stuttgart and the Swabian Alb. A great number of free-lancers, both service providers and independents with their own ateliers, are to be found particularly in major cities,” says Claudia Ollenhauer-Ries, spokesperson of the Association of German Fashion and Textile Designers (VDMD). Among them numerous established names such as Eva Gronbach in Cologne, Talbot & Runhof in Munich, Herr von Eden in Hamburg or Anja Gockel in Mainz.
The fact that Berlin can hold high the banner of fashion internationally is due in no small part to the city’s well-attended fashion trade fairs. Above all, the Mercedes-Benz Fashion Week is a fashion magnet for buyers, visitors and the trade press. It has met with international resonance from its beginning in 2007, including from countries like China, Japan and the USA.
Apart from young designers from throughout Germany – among them Patrick Mohr or Marcel Ostertag from Munich, Stefan Eckert and Hausach Couture from Hamburg or Michael Sontag and Kilian Kerner from Berlin – labels such as Calvin Klein, Vivienne Westwood, Zac Posen and Custo show or have shown their collections there. Daniel Aubke, press spokesman for the event’s organiser IMG Fashion Europe, explains the boom as follows: “In Paris or Milan, younger labels often have a difficult time getting noticed next to the great numbers of established designers. Here in Berlin, they are the stars and command the spotlight with their work. The German fashion scene as a whole benefits from this, because people in France and Italy are very much aware of just how much concentrated creativity emanates from Berlin.”




Berlin has fashion in its blood!”
The event was given its accolade by praise from the admired and feared New York fashion journalist, Suzy Menkes of the International Herald Tribune: “Berlin has fashion in its blood!” And “Bread & Butter,” a leading international fashion trade fair for street and urban wear, as well as “Premium,” which presents high-end designer collections in the areas of denim, high fashion and accessories, are on the upswing. In addition to all of this, Berlin with its nine fashion academies offers an unusually high density in Europe, with Esmod, AMD, the Lette-Verein training centre and the Weißensee Art Academy Berlin, among others.
These are joined by 600 to 800 mainly next-generation designers, whose spectrum ranges from high-priced couture to Green Fashion and streetwear, and from individual pieces to extensive collections – among others, labels such as c.neeon, Bless, Claudia Skoda, Penkov, Kostas Murkudis, Kaviar Gauche, Frida Weyer, Firma, Frank Leder or Franzius.
And an entire series of independent magazines are published in the German capital that deal entirely or in part with fashion, such as Achtung, 032c, Liebling and Dummy.
Trade fairs and media
In addition to Berlin, Kirsten Rahmann of the German Textile and Fashion Confederation also counts Düsseldorf with its twice-yearly “CPD – International Fair for Womenswear & Accessories,” among Germany’s important fashion centres: “Even if the CPD’s importance is often under discussion, many labels have showrooms in Düsseldorf and do a solid business there.”
Magazine publishers such as Burda, Condé-Nast and MVG, with titles such as Elle, Vogue Cosmopolitan, and Munich’s three celebrated fashion academies AMD, Esmod and the Meisterschule für Mode contribute to the city’s reputation as a fashion capital. In addition, Munich hosts trade fairs such as the textile apparel trade fair “munich fabric start” in the Munich Order Center, a leader throughout Europe in this market segment. And the “Ispo,” an international trade fair for sport articles, sport fashion and lifestyle, sets standards world-wide as a trade fair in this market sector.
The Germans and fashion
Fashion blogs, whose relevance and significance are increasing, are bringing a fresh wind into the scene. Highly active, quick to react and frequently unconventional, German blogs such as LesMads, Modepilot, Stilinberlin or Styleclicker present trends and themes. A steadily growing constituency bears witness to their popularity.
My completely personal assessment is that Germany can become an international trendsetter only if the Germans identify with their fashion and conceive of it as a form of expression and a cultural asset. But it must also be said that there are enough counterexamples of stylishly dressed Germans to offset their compatriots in tennis socks and sandals. Maybe this image will be modified through the growing number of fashion blogs,“ is Kirsten Rahmann’s view.

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Franziska Horn
has a university diploma as a designer and writes as a specialised journalist focusing on the fields of design and modern life.
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ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA (R), Milán - 2012 - Style ID http://www.danoex.net/adolfovasquezrocca-publicaciones.html
Vásquez Rocca, Adolfo,  La moda en la postmodernidad. Deconstrucción del fenómeno “fashion”; En NÓMADAS. 11 | Enero-Junio.2005. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.
http://www.ucm.es/info/nomadas/11/avrocca2.htm

 Style: The German designer duo Kaviar Gauche By Adolfo Vásquez Rocca DEL LUJO HIPERMODERNO AL IMPERIO DE LO EFÍMERO  http://tmblr.co/ZYvrPs1aV4lsN

ADOLFO V. ROCCA (R), Milán - 2012 - Style ID ROCCA S.A.
Translation: Adolfo Vásquez Rocca
Goethe-Institut


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VÁSQUEZ ROCCA, Adolfo
Doctor en Filosofía
Director de Revista Observaciones Filosóficas

Contacto



Adscripción Académica


Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Universidad Andrés Bello UNAB
Universidad Complutense de Madrid
Escuela Matríztica
Eastern Mediterranean University - Academia.edu

Trayectoria Académica


Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética.
Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. Profesor PELPrograma Especial de Licenciatura en Diseño, UNAB – DUOC UC.
En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México.
Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina.  Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–.  –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica  PUCV.
Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Editor Asociado de Societarts, Revista de artes y humanidades, adscrita a la Universidad Autónoma de Baja California. –Miembro del Comité Editorial de International Journal of Safety and Security in Tourism and Hospitality, publicación científica de la Universidad de Palermo. –Miembro Titular del Consejo Editorial Internacional de Errancia,  Revista de Psicoanálisis, Teoría Crítica y Cultura –UNAM– Universidad Nacional Autónoma de México. –Miembro del Consejo Editorial de Revista “Campos en Ciencias Sociales”, Universidad Santo Tomás  © , Bogotá, Colombia.
Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica.  Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria – Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM.  Eastern Mediterranean University - Academia.edu. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)– Artista conceptualCrítico de Arte. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial  de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España,  2008.  Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección  Architecture de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine . Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée CFIC, Bès Editions , París, ©  2012. Profesor de Postgrado, Magister en Biología-Cultural, Escuela Matríztica de Santiago y Universidad Mayor 201
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URBAN STYLE AND DESIGN - FASHION: MODA ALEMANA, KAVIAR GAUCHE, BERLÍN CAPITAL DE LA MODA _ DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA


EL VESTIDO EN EL ADVENIMIENTO DE LA DISTOPÍA






Dentro de todas las ideas que como hombres podemos tener del futuro está sin duda la de la ausencia de futuro como futuro posible, la distopía se presenta como una constante en casi todas las prospectivas, sin irnos a las sórdidas elucubraciones de la ciencia ficción postapocalíptica, las estadísticas de diferentes sectores de la vida social y los incesantes llamados de atención acerca de los últimos días del planeta llevan consigo la constante consigna de la autodestrucción.


El futuro de brillantes acabados y formas redondeadas promovido por el aerodinamismo y su hijo ochentero el bolidismo, nos prometió llegar muy lejos con nuestros objetos rebosantes de energía y velocidad, muy lejos hacia la tierra del nunca jamás dónde una generación tecnófila disfrutaría del hedonismo aséptico de los objetos de diseño. Sin embargo podríamos nombrar esta utopía como el libro que escribía Dialta Downes, personaje de un célebre relato ciberpunk de William Gibson cuyo título rezaba: la futurópolis aerodinámica, el mañana que nunca llegó.[1]


Si como afirma Manzini en ecología y democracia, la posibilidad de una muerte colectiva podría promover una sociedad más sabia, más capaz de comprender el valor de aquellas inestables condiciones que llamamos paz y equilibrio social y ambiental (Manzini, 2000:8), la siniestra visión del presente bastaría para ejercitar las conciencias hacia la búsqueda de soluciones profundas capaces de desviar el curso de nuestra historia venidera. Y podríamos decir que hasta el momento se ha planteado así, pero la conciencia anticipadora se ha convertido en una situación mediática bastante decisiva que ha caído en las fauces de la moda, y es por tanto que no deja de ser un problema con mucho fondo pero de superficie, por su carácter efímero.


La utopía de la velocidad promovida por los diseñadores de los años 30 adquiere ahora total veracidad. En la sociedad del rápido consumo de imágenes, mantener la atención del hombre sobre su propia destrucción requiere de una fuerte estrategia comunicativa. Al no haber atravesado una verdadera guerra mundial en más de medio siglo, las imágenes del devenir distópico de la humanidad nos vienen dadas por conmovedores documentales o por campañas publicitarias que, demuestran como el tema ha sido tan ampliamente acogido, que puede ya alcanzar el punto de la ironía. Preparado para el calentamiento global reza el slogan de la campaña del 2007 de Diesel en compañía con el movimiento stopglobalwarming, tanto en su video para televisión como en sus fotografías podemos ver escenarios famosos a lo largo del mundo que sufren de los efectos del calentamiento: Nueva york oculto hasta la mitad por el aumento del nivel de los mares o Paris convertida en una selva; Ante el revuelo causado por algunas organizaciones medioambientales, la firma italiana ha comentado que “sólo son una compañía de moda y que no pensaban que por medio de un anuncio se pudiera salvar al mundo, pero si [su] poco convencional tono de voz y la reputación de la marca, así como captar la atención de la gente un poco más de lo que los telediarios pueden, [les] hace pensar dos veces en las consecuencias de todas sus acciones y darse cuenta de su responsabilidad individual, que algo tendrá que hacerse entonces”.


De igual manera el secuestro y la desaparición de un muñeco de nieve, símbolo del invierno en la campaña de Marithé Francois Girbaud “No more seasons” (no más estaciones), anuncia que la firma no seguirá más ese concepto de temporalidad en sus colecciones. Los consumidores optarán entonces por un comportamiento lógico: comprar prendas atemporales en época de crisis, que duren más allá de un concepto de primavera verano, otoño invierno. El carácter del slogan se conecta también con el cambio climático global, que tiene dislocadas las temperaturas en los países tradicionalmente regidos por las estaciones.


Sin embargo los panoramas distópicos más allá de estos anuncios, no se reducen a las cuestiones ambientales más sentimentales, las transformaciones sociales y el mestizaje cultural sumado a las transmisiones instantáneas, plagan nuestras ideas de futuro con estereotipos propios del white trash norteamericano, mientras lanzamos un último gemido por la recuperación de los valores ancestrales, es decir, por las costumbres de unas personas que jamás conocimos y con las cuales no nos identificamos porque somos los hijos legítimos de la televisión y de la moda con su gusto por la novedad, no por la tradición.


Los objetos del futuro


Pero ¿cuál es el papel actual del diseño en esta construcción de futuro? O más bien ¿cuál es la idea de sociedad que el diseño con su producción de objetos ayuda a desarrollar? El diseño como disciplina sea cual sea su objeto: industrial, gráfico o vestimentario dedica su acción transformadora del mundo a producir más objetos, ante el advenimiento de la distopía ha considerado la forma de producir más objetos con viejos objetos o más objetos con materiales destinados a producir otros objetos o desarrollar nuevos materiales para producir viejos objetos. Contario a este vértigo productivo Paul Virilio convoca su concepto de Metadiseño, reivindicando como último tipo de diseño humano a la ergonomía cognitiva[2] donde el diseño concentrado en las formas del objeto de la era industrial será relevado por el metadiseño de las costumbres y los comportamientos sociales (Virilio,1993:111), la puesta en forma del comportamiento nervioso desplazará al diseño del objeto de consumo de la era industrial. Si este es el escenario para los objetos cotidianos ¿cuál será entonces el que le depara al objeto vestimentario?



 
La moda y el vestido en el futuro imperfecto


Revisemos ahora que le pasará al fenómeno moda frente a este devenir distópico. Si las características de la utopía se definen como la devoción en la creación de un mundo mejor en el cual la maldad y la miseria se desvanecen y son reemplazadas por armonía y felicidad sumadas a la subordinación de lo individual en lo colectivo en la búsqueda de un bien común; la moda con su énfasis en la contradicción, el sin sentido y la ambivalencia actúa como contraste al modo de pensar utópico. Si los individuos de la utopía hallan su plenitud en la propiedad común la moda se deleita con el bien privado, mientas las sociedades ideales se sitúan en una abstracción de tiempo y espacio generando individuos sin tiempo ni contexto, la moda está obsesionada con la temporalidad y con el contexto aunque solo como referencia para, como dice Baudrillard, tomar sus signos puros y llevarlos a una sociabilidad en bruto, inmediata, una sociabilidad sin citas ni autor. Si tomamos todas estas características que le son inherentes podríamos afirmar por tanto que la moda es esencialmente distópica. Fuera de esta comparación queda un elemento muy propio de la distopía que muchos podrían considerar otra equivalencia con la moda y es su relación con el totalitarismo, pero la moda como estado totalitario y despótico es un discurso gastado sin ningún asidero en la contemporaneidad, no solo porque en gran medida son los individuos mismos y no un gran diseñador los que ahora generan conceptos de moda sino porque la super oferta de bienes y servicios estimula la libre elección y nos aleja de cualquier dictadura sobre el gusto. Prueba de ello son todas las representaciones estilísticas de los últimos 60 años, especialmente en la cultura juvenil, cuyos códigos vestimentarios son la antítesis de aquellos institucionalizados por el mainstream, desajustando así la idea de enajenación y dominio proveniente de una cabeza con sed de control y poder, pero no vamos a ampliar sobre este tema ya que sería motivo de un estudio aparte.


Por otro lado como afirma Patrizia Calefato en su libro el cuerpo vestido, para muchos historiadores no hay nada más allá de la moda que la utopía dado que el deseo de cambio en cada utopía es un cambio hacia un objetivo. No importa cuál sea el terreno desde el cual se observe, una revista especializada o una referencia a un periodo histórico, la moda siempre constituye un “teatro del mundo” un tiempo y un lugar que no existen en realidad, hechos solo para vivir a través de los signos que ella misma ha decretado (Calefato, 2004:86)


Dejemos ahora de la lado la mirada sobre la moda y pasemos al terreno particular del objeto vestimentario en un futuro imperfecto, estudiemos para esto la expresión “significado removido” usada por Grant Mc Cracken (1998) para indicar la estrategia sociocultural por la cual los objetos de consumo llenan la brecha entre lo real y lo ideal en la vida social. Como afirma Patrizia Calefato la ropa es algunas veces una manera de soñar un inevitable mundo imaginario evocándonos un sentido de pertenencia a un grupo, una época o un ideal particular como lo ha sido la camisa blanca como signo positivo y su opuesto la camisa negra, con todas las connotaciones históricas que ella trae (Calefato, 2004:84). (Recordemos la organización militar de la Italia fascista organizados por Mussolini, mundialmente conocidos como “las camisas negras”).


Este sentido ideal en la vestimenta fue entendido como lujo y la ostentación por las utopías en el pasado. En el siglo XIX los pantalones de las mujeres fueron considerados revolucionarios por las mujeres que comenzaban a luchar por su utopía, los derechos civiles. En la Rusia revolucionaria que promovía una sociedad en construcción, la utilidad se convirtió en el leitmotiv de cualquier producción artística, una transformación radical del pasado hacia una nueva forma de vida debía también implicar una reforma de los objetos de la vida cotidiana y el vestido no escapó de estas directrices


Los constructivistas promulgaron como único valor de los objetos su capacidad de influir en los comportamientos y en la psique humana y por tanto podían ser utilizados para modificar la manera de pensar de las masas. Constituían así un importante vehículo para la construcción de la sociedad comunista (Stern, 2004). Promovían para esto la creación de nuevos tipos de objetos que encajaran en los nuevos valores revolucionarios y la ropa más que ningún otro objeto cotidiano había preservado simbólicamente la distinción de clases, llegado el fin de esta distinción, un nuevo vestido debía emerger.


El vestido de la utopía constructivista rompía su relación con la moda en pos de una homogenización del vestir que abolía su función simbólica de la distinción de clases. Un concepto cercano fue empleado por Mao en la revolución cultural China con la instauración de un traje que anulaba las diferencias, incluidas las de género. Ambos abogaron por un nuevo hombre, un nuevo cuerpo consagrado al servicio del estado. En este estado de cosas la moda como institución no sería tolerada.


Por su parte, para los futuristas en su reconstrucción futurista del universo, todos los elementos de la vida debían ser tocados por su aura. Sus vestidos fueron concebidos en sí mismos como obras de arte que rechazaban la lógica de la moda en cuanto a su manejo de la temporalidad y su estrecha relación con el mercantilismo su deseo consistió no simplemente en reemplazar una moda por otra sino en abolir el sistema de la moda diseñado trajes como obras de arte. En el paisaje utópico futurista, la ropa crearía una sinfonía visual en las calles del futuro basada en un elocuente uso del color (Stern, 2004).


Giacomo Balla, el primer futurista en diseñar ropa, publicó varios manifiestos futuristas acerca del vestido femenino y masculino. Sus ropas promovían la variedad de color y formas por medio de la transformación del traje por parte del usuario, promoviendo su participación en el diseño y exhortando su creatividad.


En una mirada general del siglo XX observamos como la previsión utópica y también distópica fue encomendada en primera instancia a la ciencia ficción. En la ampliamente reconocida metrópolis de Fritz Lang de 1927, los habitantes de la ciudad subterránea están vestidos con uniformes oscuros decretando la reducción futura del cuerpo del hombre a fuerza de trabajo, un similar escenario nos propone Orwell en su novela 1984 llevada posteriormente al cine, en la cual el overol azul está prescrito para todos los miembros del partido, la auténtica élite de la sociedad, cuya cúspide es el todopoderoso Gran Hermano, en uno de los estados más opresores que ha presentado la literatura.


Sin embargo, después de observar los diferentes ideales vestimentarios planteados en el pasado, y si entendemos por utopía un ideal de bienestar social y por distopía como su antítesis donde los diferentes aspectos de la vida social se emparentan con lo apocalíptico, nos asalta la duda si un modo de vestir igualitario sin barreras de clase o género es el ideal para nuestras sociedades actuales enamoradas de las tendencias que reivindican lo identitario en lo regional y la libre expresión individual como fuente de referencias para la producción de nuevas tendencias.


Si partimos de la premisa de que el bienestar social está por encima del individual y que, como lo plantearían las diferentes utopías provengan de la ficción o la realidad, el bienestar de los estados y sus ideas prima sobre los intereses particulares, reforzando la idea de la armonía en comunidad, el vestido en el advenimiento de la distopía enfrenta entonces dos miradas: por una lado se supone ha de preservar los valores de un época tremendamente cuestionada por un planeta enfermo, un asunto que ya no depende de las políticas particulares de cada estado ya que nos desahucia a todos por igual, y por otro la idea de cuerpo promovida por estos mismos valores de época en los que se conjuga por partes iguales la híper conciencia y el escapismo, la certeza de que nuestros cuerpos están muriendo como parte del planeta que somos y la evasión mediante diferentes prácticas corporales ante un futuro que ya sabemos no tiene vuelta atrás, como expresa Paul Virilio cuando se pregunta si para una buena salud en el futuro ¿habrá que estar constantemente dopado, sobre excitado? (Virilio, 1993).




La tensión entre lo individual y lo colectivo, entre diferenciarse y pertenecer es una característica inherente a las prácticas vestimentarias en occidente, manifestada sobre todo cuando el acto de vestir entra en los terrenos del fenómeno moda. En 1967 el diseñador japonés Issey Miyake con su ingeniero textil Dai Fujiwara concibió un modelo vestimentario que podrá situarse a medio camino de esta tensión y que podría ser en cierta medida una de las propuestas vestimentarias contemporáneas más acordes un con concepto de utopía promovido por nuestra condición socioplanetaria actual. A-POC el acrónimo para A-PIECE-OF- CLOTH, se introduce en 1999 como una línea a partir de este concepto.


Este sistema usa una maquina tejedora programada por computador que produce un solo rollo de tela dentro de la cual se encuentra la forma y el patrón del cual cada individuo puede cortar sus prendas sin desperdiciar material, mangas, medias, vestidos guantes pueden cortados a medida. El método A-POC no requiere costuras. De la maquina emerge un tubo plano de material que contiene la forma final de la prenda y el material puede ser cortado en cualquier lugar sin desbaratarse, una característica que permite la completa customización. Este método interactivo no sólo reduce la tela sobrante sino que también permite a los usuarios participar del proceso final del diseño de la ropa, ellos determinan la forma final del producto conjugándose así, la producción masiva con prendas personalizadas.


Este sistema fue posteriormente introducido a todas las líneas de Miyake y fue conocido como a-poc inside, de este sistema se ha recibido numerosos análisis y comentarios como: A-POC es hijo de la generación digital y de la interacción entre la tradición y la filosofía. No es solo una línea de ropa, no es una cosa, es una filosofía especializada, va más allá de los límites de la moda, es una solución de diseño, es una idea que derroco los antiguos estándares de hacer ropa.


Pero A-POC no es solo una manera de hacer ropa, es un proceso que puede ser usado para crear todo tipo de objetos. Cualquier material que pueda volverse fibra puede trabajar en este proceso, desde zapatos a refugios portables. El equipo de A-Poc trabaja actualmente en una fibra tan fuerte como el acero para usarse en construcción o en la fabricación de muebles. El mismo Miyake ha dicho de su diseño: “estaría feliz si en el futuro se dijera de mi que he dado algunas claves para el siglo 21, algunas personas piensan que la definición de diseño es la belleza de lo útil, pero en mi propio trabajo yo quiero integrar sentimientos, emociones, tienes que ponerles vida” (Martin, Dixon, 2002). A-POC va más allá del concepto tradicional de hacer ropa y de las ideas que la gente común tiene sobre la ropa en sí misma.


Este es solo un ejemplo de aquellos que se han aventurado a proponer para el futuro nuevas formas de relación con los objetos, en este caso particular con el objeto vestimentario, en él se hace evidente la recurrente conclusión de que el diseño es un asunto transdisciplinar, pero también profundamente poético. El vestido como práctica social contextuada y la moda como fenómeno social caracterizado por su capacidad de promover un sistema de valores a gran escala, no solo representan sino que construyen activamente la idea de cuerpo en un momento histórico determinado, al mismo tiempo que revelan nuestros ideales, fantasías y preocupaciones acerca del futuro.


Si el diseño del futuro desplazará el vértigo productivo propio de la era del objeto industrial por un rediseño de las costumbres, retomando el concepto de metadesign de Virilio, como diseñadores nuestra actividad está desde ahora y cada vez más apartándose de proyectación de artefactos, visuales, espaciales o vestimentarios para problematizar a partir de las formas de habitar, de cubrir, de las maneras de la mirada. Somos por tanto artífices de una transformación del presente, una sentencia que sin lugar a dudas implica una gran responsabilidad.




 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

P r o y e c t o M e d u s s a



Claudia Fernández**
** Diseñadora Industrial, Universidad Pontificia Bolivariana; Master of Arts in Design, Creative Academy (Milán), aspirante a doctora en Diseño y Creación, Universidad de Caldas. Docente investigadora Facultad de Diseño de Vestuario Universidad Pontificia Bolivariana.



BIBLIOGRAFÍA


Calefato, Patrzia (2004). The clothed Body. New York: Berg.


Manzini, Ezio; Bigues, Jordi (2000). Ecología y democracia, de la injusticia ecológica a la democracia ambiental. Barcelona: Icaria.


Stern, Radu (2004). Against Fashion: Clothing as Art, 1850-1930. The MIT Press.


Virilio, Paul (1993). El arte del motor. Buenos Aires: Manantial.


Martin, Richard; Dixon, Janette Goff. Miyake, Issey. Contemporary Fashion. 2002. Retrieved March 31, 2011 from Encyclopedia.com: http://www.encyclopedia.com/doc/1G2-3401400298.html





NOTAS


[1] Gibson, William (1998). El continuo de Gernsback, EN: Mirrorshades, una antología ciberpunk, Madrid; ediciones ciruela.


[2] La ergonomía cognitiva se interesa en los procesos mentales, tales como percepción, memoria, razonamiento, y respuesta motora, en la medida que estas afectan las interacciones entre los seres humanos y los otros elementos componentes de un sistema.



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